El pasado jueves, un representante de la OTAN afirmó que el "riesgo de un mayor conflicto interestatal ha aumentado" en los últimos años, según informa The Hill.
"China está aprovechando su papel económico para incrementar los gastos en defensa como fundamento de su estrategia de una potencia global cada vez mayor", afirmó el general Denis Mercier, comandante supremo de Transformación aliado, interviniendo en un centro de estudios del Consejo Atlántico.
"India está siguiendo el mismo rumbo y podría alcanzar un estatus comparable en el mediano plazo", agregó Mercier, añadiendo que "Rusia está resurgiendo con la voluntad de convertirse nuevamente en una potencia principal, desafiando el orden establecido en el espacio de la antigua Unión Soviética".
El general resumió los resultados del último informe 'Análisis Prospectivo Estratégico' (Strategic Foresight Analysis) comparándolo con el primer informe de esta serie, publicado en 2013.
Mercier destacó algunas de las tendencias principales, incluyendo el desplazamiento del poder militar y económico en el mundo, de América del Norte y Europa Occidental hacia países como Rusia y China.
El 'Análisis Prospectivo Estratégico' de este año resalta las "acciones de una Rusia resurgente en Europa Oriental y una China más firme en el mar de China Meridional, que utilizan tanto instrumentos del poder duro ('hard power') como del poder blando ('soft power') para lograr sus fines políticos".
El informe destaca que China y Rusia tienen unos de las más grandes presupuestos militares del mundo en términos absolutos. Además, predice que "las economías de los países de Asia y el Pacífico corresponderían a un 60 % del incremento de la adquisición de recursos para la defensa, la investigación y desarrollo mundial y al 30 % de toda la adquisición militar para el año 2020".
Además, el informe recalca que "las ambiciones estratégicas a largo plazo y el regreso a la política de potencia" de Rusia "empujan a la OTAN a adaptar sus capacidades y su estado de preparación".
Rusia ha expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por la actividad de la OTAN, que aumenta su presencia militar cerca de sus fronteras, esgrimiendo la supuesta necesidad de "contener la agresión rusa", algo que Moscú niega rotundamente. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguró que, Rusia no representa una amenaza para nadie y que no va a desatender las acciones potencialmente peligrosas para sus intereses.