¿Cómo se determina la identidad de un cadáver anónimo? (FOTOS)
Un amigo del escritor mexicano Juan Villoro le contó que plasmaba su nombre en varias partes del cuerpo para facilitar su identificación, en caso de que al morir sus miembros quedaran dispersos.
Esta medida, que pareciera exagerada, se le ocurrió al conocido de Villoro durante su trabajo como rescatista en el terremoto ocurrido en México en 1985, ante la posibilidad de fallecer, quedar desmembrado y en el anonimato.
Sin embargo, muy pocos tienen la posibilidad de tomar semejante precaución antes de que la muerte ocurra y el fallecido no pueda volver a pronunciar su nombre. A partir de este vacío, un equipo multidisciplinario de expertos se encarga, a través de la comparación, de darle una identidad al cadáver.
En Venezuela, esta investigación la lleva a cabo el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) junto al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), a través de laboratorios biológicos, químicos y físicos considerados como los más avanzados de América Latina.
¿Cómo empieza la búsqueda?
Un caso promedio podría comenzar con alguien que se percata de la desaparición de un familiar, tras un lapso de ausencia que enciende las alarmas. Guiándose por las recomendaciones, visita hospitales y morgues para dar con el desaparecido.
Tras descartar la posibilidad de que esté con vida, va a la medicatura forense, donde le harán una serie de preguntas sobre los datos 'premortem' del individuo: edad, sexo, estatura, afinidad racial, formas del rostro, de los ojos, de la nariz y de la boca, así como color, extensión y disposición del cabello, entre otras características físicas.
Además, deberá dar cuenta de detalles que puedan arrojar luz sobre la identidad: cicatrices, marcas, lunares, fracturas que tuvo en vida, manchas, tatuajes, malformaciones, por citar algunas.
Entre los elementos para hacer más fácil la pesquisa pueden incluirse fotografías, radiografías, documentación personal o impresiones dentales. Si tras la consignación de esta información y objetos, se logra la identificación del cadáver, retirará el cuerpo para ser inhumado.
Procesos de identificación
- Rutinarios: necrodactilia o reseña dactilar posmortem.
- No rutinarios: acondicionamiento de pulpejos dactilares, antropología forense, odontología forense y prueba de ADN.
Un cadáver incompleto
No toda investigación comienza con un cuerpo completo. En ocasiones, la información del cadáver está difusa debido que la víctima está calcinada, desmembrada, momificada o putrefacta.
En estos casos, donde la persona pudo haber fallecido por homicidio, en un accidente o en un siniestro, el primer eslabón de la cadena investigativa lo tiene el departamento de Laboratorio Fotográfico.
Álvaro Valladares, experto en fotografía del CICPC, explica a RT que son los primeros en ir al sitio del suceso a realizar la "fijación fotográfica" de "todo tipo de evidencia física" que se vea involucrada en "cualquier hecho punible".
A través de su lente, cuenta el joven venezolano participante en Expocriminalística 2017 –muestra expositiva de la policía científica abierta al público–, capta los detalles particulares del occiso: tatuajes, orificios, cicatrices. Para fijar la evidencia, se utiliza el llamado "testigo flecha", que se ubica cerca de los datos de interés del cadáver y del lugar donde fue hallado.
Tras haber hecho las imágenes de interés para la pesquisa, se traslada el fallecido a la morgue para llevar a cabo el resto de las comparaciones.
La historia de la manos
Las manos tienen mucho que contar. Cuando el cuerpo llega a la medicatura forense, se realizarán impresiones de sus "pulpejos dactilares", de conservarlos aún.
Elitzeida Leal, licenciada en Investigación Penal de la División de Laboratorio Biológico, explica a RT que se hace un "acondicionamiento de pulpejos dactilares", que es un método de identificación no rutinario que se aplica a los cadáveres en estado de descomposición, ahogados, quemados, momificados y putrefactos.
"Recibimos las manos y hacemos un análisis". Se observan cómo están, si se encuentran todos los dedos. Luego se hace un corte en las falanges de cada uno, se quita el exceso de grasa con acetona y alcohol y se calientan en una solución para que las "crestas dactilares" o huella se "visualicen fácilmente".
Posteriormente se estampan, a través de tinta, en una planilla dispuesta con diez espacios donde irán los dedos.
Tras el registro, se realiza la remisión a la División de Lofoscopia, que realiza el estudio de los dibujos lineales de las caras y los bordes de las manos y los pies para hacer comparaciones de sus archivos e identificar.
Solo torsos
Tras un accidente aéreo ocurrido en el parque Henri Pittier, en el estado Aragua, en Venezuela, solo se encontraron torsos.
La antropóloga forense con quince años de experiencia, Marja Núñez, le cuenta a RT que participó en esa investigación que cataloga como ardua.
Los cuerpos de rescate tardaron dos meses en dar con los cadáveres, por lo boscoso de la zona: "Al ser hallados, la fauna del sitio prácticamente se llevó los cráneos y los miembros superiores e inferiores". "Solo se encontraron torsos", afirma.
Ante la dificultad de llevar a cabo la investigación, expone que afortunadamente cada uno tenía elementos particulares.
El grupo estaba compuesto por dos hombres y dos mujeres. Uno de ellos tenía la cicatriz de una operación abierta, el otro presentaba una fractura antemortem en las costillas y las dos jóvenes tenían prótesis mamarias, cuyos códigos fueron comparados posteriormente.
Trabajo antropológico
En Venezuela, a diferencia de otros países, el antropólogo forense trabaja con cualquier área de conservación del cadáver y no solo con osamentas.
Se hace observación y medición de cuerpos 'frescos', con un lapso de ocho horas después de la muerte, de cuando se inicia el proceso de putrefacción, de huesos calcinados y de cuerpos desmembrados.
Según la experiencia de Núñez, más del 80% de los cuerpos que llegan a la morgue son identificados a través de esta ciencia comparativa.
"Partimos de que existe un familiar con un registro premortem", que tiene información previa para hacer los cotejos.
Datos de interés del fallecido: Cejas, nariz, ojos, boca, arcos superciliares, pómulos, mentón, frente, cabello, línea de nacimiento del cabello, cuello, hombros, tórax, miembros superiores e inferiores, sistema piloso.
- Instrumentos para medición: vernier electrónico (compuesto por un par de reglas); tabla osteométrica (para medición de huesos); mandibulómetro (para determinar la longitud, altura, ancho, grado de inclinación y así determinar el sexo, la edad y otras variables).
Género del cadáver
La antropóloga explica que las medidas a nivel craneal, facial y del agujero occipital arrojan el mayor porcentaje de certeza para determinar si el cráneo es masculino o femenino.
En las imágenes se puede observar que la frente masculina pareciera más plana y que los arcos superciliares, o protuberancias sobre la frente, son más pronunciados, al igual que el mentón.
En el resto del cuerpo, los huesos húmero, fémur, coxal y sacro son los mejores indicadores del sexo. En la ilustración, se observa la diferencia entre la forma de la pelvis de una mujer, que es más redondeada, con respecto a la de un hombre, que tiene forma de corazón.
Sin embargo, no siempre es posible establecer la identificación, por lo que se pasa al siguiente estudio basado en las características bucales del occiso.
El detalle de la sonrisa
El cuerpo está lleno de huellas, más allá de las extremidades. La cavidad bucal tiene elementos que la hacen particular.
Los familiares que buscan a alguien aportan las características bucales necesarias: dientes rotos o girados, amalgamas, tratamientos de conducto, ortodoncia, entre otros, expone a RT la odontóloga forense Joana Baute.
Su trabajo se basa recopilar la mayor cantidad de información premortem, que puede incluir prótesis dentales y radiografías para compararla con sus archivos.
- Otros datos de interés: pigmentación dental, dientes de oro, sarro, cicatrices cerca del labio, piercings, rugas palatinas (que son únicas en cada individuo).
Si todo falla: prueba de ADN
En Venezuela, la prueba genética es el último eslabón de la cadena. Se hace cuando el resto de los pasos anteriores no arrojaron resultados satisfactorios.
El laboratorio de Identificación Genética tiene tecnologíarobótica, secuenciadores de ADN, además de un personal calificado.
Los restos más idóneos del cuerpo se colectan (tejido muscular, piezas dentales, segmento de fémur, arcos costales, entre otros) para determinar el perfil genético, tras varias pruebas. Este estudio, al igual que los demás, se coteja con la información (genética) que aportan los familiares.
La prueba de ADN es el último recurso, si no existe coincidencia se debe esperar a que aparezca otra referencia.
En el país sudamericano, los cuerpos que no fueron identificados son inhumados en una fosa abierta donde se introducen varios nichos, uno o dos meses después de su hallazgo.
Todos los cadáveres que salen de la morgue están registrados con fichas que recogen los datos de las distintas pruebas que se hicieron, a la espera de que algún familiar reclame el cuerpo para proceder con la exhumación.
Nathali Gómez