En una extensa entrevista concedida al diario británico Daily Mail, Nando Parrado, uno de los supervivientes del accidente aéreo de octubre de 1972 en la cordillera de Los Andes, recordó algunos de los aspectos más duros de su experiencia en las montañas.
Parrado, que por entonces tenía 22 años, y un grupo de pasajeros que salieron con vida del avión estrellado, tuvieron que pasar 72 días a más de 4.000 metros de altura, sin víveres ni ropa adecuada para resistir temperaturas que alcanzaron los -30°. "El hambre es el miedo más primitivo del ser humano. No saber cuándo volverás a comer es el miedo más increíble que se puede tener", aseguró el superviviente al citado medio. Eso llevó a algunos integrantes del grupo a recurrir a la carne de los cadáveres circundantes para alimentarse.
Con respecto a esa decisión, el entrevistado argumenta que "cuando se tienen dos opciones, se puede analizar y decidir. Pero si sólo hay una... No es un misterio, no es complicado. Es más fácil de lo que parece, porque es la única opción".
Nando Parrado cuenta en la entrevista que "cada minuto" que pasó en las montañas estuvo convencido de que iba a morir. "No había salida -explicó-. Tenía tanto miedo que quería vomitar todos los días, porque tenía un calambre en el estómago, porque ya estaba muerto. Yo era un muerto en vida". Parrado perdió a su madre, a su mejor amigo y a su hermana menor durante el accidente.
Tras casi dos meses y medio en la nieve de los Andes, los que quedaban vivos fueron rescatados, gracias a que dos de ellos se aventuraron a cruzar a pie la cordillera en busca de ayuda.
"Has nacido de nuevo"
El superviviente recuerda unas palabras que le dijo su padre cuando se estaba recuperando en el hospital, a su regreso de la cordillera: "Mira, Nando, no hay forma de que puedas cambiar el pasado. Esto no va a ser lo más importante en tu vida. Has nacido de nuevo. No destruyas tu segunda vida. Vive la vida". A continuación, explica que eso es precisamente lo que ha estado haciendo, y que el pasado no le traumatiza.
"No sueño, no tengo pesadillas", relata el entrevistado, aunque reconoce que "a veces pienso en ello... pero por lo general, solamente cuando me enfrento a algo importante o difícil; entonces me digo, 'Jesús, hombre, ¿comparado con aquello? Esto no es nada'".
Actualmente Fernando Parrado tiene 68 años y vive en Montevideo. Trabaja como productor de televisión y preside la próspera cadena de ferreterías que fundó su padre en 1958. Lleva 37 años casado y tiene dos hijas, de 34 y 32 años, y dos nietos, de cuatro y seis.