Determinan qué sensaciones se asocian a cada bebida alcohólica

Las bebidas espirituosas provocan agresividad en el 30% de sus consumidores, una cifra muy superior a la detectada durante la ingesta de cerveza y de vino.

Más de la mitad de las personas que consumen vino tinto dicen que se sienten relajadas cuando lo beben, aunque tres de cada cinco admiten que la ingesta les produce también cansancio.

Los datos se desprenden de un reciente estudio realizado por la revista BMJ Journal, cuyos autores concluyen que las emociones asociadas al consumo de alcohol varían en función de la bebida ingerida.

El 30% de quienes se decantan por las bebidas espirituosas (ron, ginebra, vodka, etc.) aseguran sentirse violentos cuando las beben, una cifra que multiplica por cuatro la de bebedores de cerveza que experimentan esa sensación, y por diez la de consumidores de vino, tanto tinto como blanco.

Los espirituosos nos hacen sentir más sexis, pero también más agresivos

Los que consumen bebidas de alta graduación son también los que se sienten más sexis (el 42%), seguidos de quienes beben vino tinto (25%) y vino blanco (23%). Por su parte, la cerveza es la bebida menos dada a generar esta sensación, según se desprende de los datos de unas 30.000 personas de 21 países que han respondido a las cuestiones de forma anónima.

El estudio también muestra que alrededor de una cuarta parte de las personas que beben espirituosos se sienten llorosas e inquietas, aunque tres de cada cinco dicen que estas bebidas las hacen sentir enérgicas y seguras, en contraste con el 7% de las que experimentan esta sensación al beber vino tinto.

El informe también vincula el consumo de alcohol con la tendencia al llanto, que es menos frecuente entre los consumidores de cerveza y vino blanco (menos de uno de cada diez) y aumenta con el vino tinto (17%) y los espirituosos (22%).

El nivel de cansancio también varía sensiblemente en función de la bebida alcohólica escogida. Tres de cada cinco bebedores de vino tinto aseguran que cuando lo beben se sienten cansados, mientras que esto solo les ocurre al 15% de los que beben espirituosos y al 18% de quienes prefieren el vino blanco.

El estudio concluye que los resultados de estos análisis pueden ser utilizados por los organismos de salud pública para "comprender mejor los comportamientos derivados del consumo de alcohol" y para construir "estrategias e intervenciones para promover cambios en el consumo", particularmente entre los bebedores más activos.