La infraestructura y el personal del grupo extremista Estado Islámico han sufrido importantes pérdidas este sábado bajo los ataques de la aviación rusa. Según informa la agencia Interfax-AVN, seis bombarderos de largo alcance llevaron a cabo el ataque simultáneamente.
Los aviones despegaron de aeródromos situados en Rusia y actuaron utilizando como escudo a los cazas Su-33 y Su-35 provenientes de la base aérea de Jmeimim.
Como consecuencia del bombardeo conjunto, han sido destruidos varios centros logísticos y vehículos de los terroristas en torno a la localidad de El Ishar. "Todos los objetivos designados han sido eliminados, como han comprobado los medios de control objetivo", asegura el comunicado difundido por los militares.
El anterior ataque concentrado de este grupo de aviones tuvo lugar el jueves 23 de noviembre cerca de la localidad de El Katia, en la gobernación de Deir ez Zor. En esa acción fueron destruidas posiciones fortificadas, grupos de infantería y material blindado enemigo.
La Fuerza Aérea de Rusia inició un operativo antiterrorista aéreo en Siria a finales de septiembre del 2015. Las autoridades rusas decidieron enviar su aviación a Oriente Medio después de que el presidente sirio, Bashar al Assad, solicitara a Moscú esta ayuda para luchar contra los terroristas. Gran parte de la aviación fue desplegada en la base aérea de Jmeimim, en el oeste de Siria. Entre los modelos de aviones participantes del operativo destacan los Sukhoi Su-24M, Su-25, Su-30 y Su-34, y entre los helicópteros, los Mil-25. Los bombarderos de largo alcance Túpolev Tu-22 y Tu-85 MS realizan todas sus misiones desde el territorio ruso.