El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, ahora reside en Bélgica, pero el pasado fin de semana regresó a su país ante la polémica desatada en el partido gobernante Alianza País (AP) con el presidente de su nación y de ese partido, Lenín Moreno.
Correa llegó a Guayaquil la madrugada del 25 de noviembre y en el aeropuerto lo esperaban tanto seguidores como detractores, que armaron un tumulto en el lugar.
La principal razón por la que el antiguo mandatario volvió es para "iniciar la gran segunda etapa de la revolución ciudadana", como expresa en una carta enviada a la militancia de AP.
Tras arribar a territorio ecuatoriano, el expresidente comenzó a cumplir una intensa agenda, que comenzó con una concentración con militantes de AP en Cuenca, la tercera ciudad del país.
En la concentración, Correa definió a Moreno como "un impostor profesional" y estimó que Ecuador vive una "pesadilla" a pesar de que "ganamos mayoría absoluta en la Asamblea" y "la Presidencia", en referencia a los triunfos electorales de AP en febrero y abril de este año.
Tres campos de batalla
1.- Dirección de Alianza País
La Dirección Nacional de Alianza País destituyó a Moreno de la presidencia del partido el pasado 31 de octubre. El mandatario llevó la decisión ante el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha, que falló a su favor y así lo comunicó al Consejo Nacional Electoral. Sin embargo, la facción correísta señala que el partido no ha recibido ninguna apelación formal de parte del afectado.
La llegada de Correa a Ecuador también responde a su participación, como presidente vitalicio, en una convención de AP convocada por la Dirección Nacional de AP —específicamente, el ala correísta— que se celebrará el 3 de diciembre en la provincia de Esmeraldas.
En ese evento tratarán de expulsar del partido a "los traidores": "Quedaremos menos, pero seremos más", manifestó Rafael Correa durante su discurso de este domingo.
Si triunfa, Lenín Moreno y 47 de los 74 asambleístas de AP que lo apoyan y firmaron un documento de respaldo al Gobierno quedarían fuera del partido gobernante. Apenas se conoció la convocatoria de esta convención, el mandatario llamó a su facción a una asamblea anticipada, que tuvo lugar el 23 de noviembre en Guayaquil.
En esa "sesión extraordinaria", que contó con la presencia de 21 representantes de la directiva nacional de las 24 provincias, se resolvió designar a Ricardo Zambrano Arteaga como secretario ejecutivo de AP, mientras que la canciller María Fernanda Espinosa fue nombrada segunda vicepresidenta. Antes, esos puestos los ocupaban la asambleísta Gabriela Rivadeneira y el excanciller Ricardo Patiño, respectivamente, ambos de la facción correísta.
Por su parte, los seguidores de Correa ya habían señalado que esa reunión carece de validez porque consideran que Moreno no es el presidente de AP, como decidieron en octubre.
2.- Juicio a Jorge Glas
El segundo frente de batalla es el juicio contra el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, por asociación ilícita dentro del caso Odebrecht, constructora brasileña procesada en 12 países.
En el proceso a Glas, apresado desde el 2 de octubre, están involucradas otras 12 personas. Formalmente, la audiencia comenzó el pasado 24 de noviembre y se ha realizado durante los últimos cuatro días.
La Fiscalía del Estado, dirigida por Carlos Baca, ha presentado 11 testimonios que probarían el delito, aunque la defensa ha señalado que favorecieron la inocencia de Glas.
"Hasta ahora la inocencia del vicepresidente Glas es nítida. No hay pruebas en su contra. Los propios testigos de la Fiscalía no abonan a la teoría del caso del fiscal, que se cae a pedazos. ¡No hay asociación ilícita!", escribió Eduardo Franco Loor, abogado del segundo mandatario en su cuenta en Twitter @Efrancoloor.
A pesar de que Carlos Baca emitio un dictamen contra Glas y los otros 12 procesados, dejó fuera a cuatro directivos de la empresa brasileña Odebrecht, entre ellos José Conceição Santos, autor confeso del delito, reseñó Andes.
Respecto a ese juicio, Rafael Correa señaló en su misiva a la militancia que "hasta la oposición dijo que su prisión es un abuso, pero ciertos 'compañeros', en lugar de exigir el debido proceso, pidieron su renuncia. El objetivo: apoderarse de la Vicepresidencia" y subrayó que "si tenemos que perderlo todo por defender a un hombre honesto, habrá valido la pena".
3.- Consulta Popular
Moreno convocó una consulta popular el 2 de octubre y la facción correísta rechazó dos de sus siete preguntas; en concreto, las interrogantes 2 y 3. La primera está orientada a dejar sin efecto la enmienda constitucional de 2015, con la cual se permitió la relección indefinida en cargos de elección popular; la segunda está referida a la elección de nuevos miembros del Consejo de Participación Ciudadana, instancia que designa a todas las autoridades de control y cuyos integrantes actuales fueron recomendados por Correa.
Todas las preguntas están siendo analizadas en la Corte Constitucional y el buró de AP esperará su dictamen "para ver nuestra postura", porque "si tenemos que luchar por el 'No' en la pregunta 2 y 3, lucharemos", pero "si perdemos, trataríamos de ir a una Asamblea Constituyente", manifestó Rafael Correa en Cuenca.
La consulta propuesta por Moreno ha tenido el respaldo de agrupaciones de derecha, como la de Guillermo Lasso, del movimiento CREO y su excontrincante en las pasadas elecciones presidenciales.
Edgar Romero