China está desarrollando un nuevo tipo de satélite espía que usará la tecnología de imágenes fantasma para detectar aviones furtivos, un hecho que podría acabar en la próxima década con el juego del gato y el ratón entre aeronaves 'stealth' y radares convencionales, según los científicos involucrados en el proyecto, informa South China Morning Post.
Las tecnologías existentes de camuflaje, desde simples cortinas de humo utilizadas para esconder tanques o soldados en los campos de batalla, hasta los innovadores materiales que absorben las ondas de radar en los actuales aviones furtivos de combate no servirían de nada contra esta nueva tecnología, señalan los físicos chinos.
El radar cuántico de imagen fantasma ['ghost imaging spy satellite'] puede alcanzar una sensibilidad sin precedentes al detectar no solo una cantidad extremadamente pequeña de luz que se aleja de un objetivo oscuro, sino también sus interacciones con otras luces en el entorno circundante, obteniendo así más información que los métodos tradicionales, señala el artículo.
Un satélite equipado con el nuevo sensor cuántico podría identificar y rastrear objetivos que actualmente son invisibles desde el espacio, como los bombarderos sigilosos que despegan por la noche, señalan los investigadores.
El Northrop Grumman B-2 Spirit, operado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, es a día de hoy el único bombardero sigiloso del mundo en servicio con capacidad de lanzar ataques estratégicos. Estas aeronaves furtivas suelen ser usadas precisamente por la noche para evitar su detección por las cámara de alta resolución de los satélites espía.
Además de esto, los 'Spirit' tienen un recubrimiento especial para desviar o absorber ondas de ciertos anchos de banda producidos por radares de apertura sintética con base en el espacio, así como también disponen de tecnología de supresión de calor para no ser vistos por los sensores infrarrojos. Todo ello dejaría de tener utilidad con la nueva tecnología china.
Gong Wenlin, director de I+D de un laboratorio de óptica cuántica en Shanghái dependiente de la Academia de Ciencias de China, lidera el equipo que está construyendo este nuevo modelo de satélite espía. Gong señaló que el primer prototipo de radar cuántico será construido en 2020, pero sus primeras pruebas en el espacio están previstas antes de 2025.
Mientras tanto, esta revolucionaria tecnología ya ha sido probada en sistemas en tierra. De este modo, el laboratorio de Gong ha entrado en una competencia contra el Laboratorio de Investigación del Ejército de EE.UU., señala el artículo.
¿Qué es un satélite espía de imágenes fantasma?
El satélite que utiliza imágenes fantasma tendría dos cámaras, la primera apuntanda al área de interés, con un sensor de un solo píxel, mientras que la segunda cámara mediría las variaciones en un campo de luz más amplio en el entorno.
El objetivo podría iluminarse con casi cualquier fuente de luz, como el Sol, la Luna o incluso una bombilla fluorescente. Alternativamente, el satélite podría generar un par de rayos láser físicamente 'correlacionados' para iluminar el objeto y su entorno.
Al analizar y fusionar las señales recibidas por las dos cámaras con un conjunto de sofisticados algoritmos de física cuántica, los científicos podrían hacerse con la imagen de un objeto con una resolución extremadamente alta, algo hasta hace poco considerado imposible a través de los métodos convencionales.
La oscuridad, las nubes, la neblina y otros elementos que actualmente afectan a la visibilidad dejarían de tener importancia, afirmó Gong.
La cámara 'fantasma' también podría identificar la naturaleza física o incluso la composición química de un objetivo, según el investigador chino. Esto significa que los militares ya podrían distinguir entre los señuelos que lanzan los aviones de combate y los aviones reales.