Los especialistas del Instituto de Tecnología de Massachusetts han propuesto al Pentágono equipar a sus cazabombarderos con pequeños aparatos no tripulados de propulsión a chorro llamados Firefly, cuyo objetivo principal sería romper las defensas aéreas enemigas, informa Aviation Week.
Según los planes, estos drones, que tendrían una velocidad de 0.8 Mach (980 km/h), podrían atravesar las defensas aéreas enemigas actuando en grupos.
El uso grupal de estos aparatos se haría posible gracias a sus pequeñas dimensiones: su tamaño no excede los 45 centímetros de longitud.
Se prevé que este tipo de drones pueda atacar objetivos tanto en grupo como en solitario. El principal objetivo del sistema Firefly es mantener a los aviones tripulados fuera del alcance del enemigo: durante un ataque de este tipo, el piloto solo realizaría las funciones de operador, marcando en un mapa electrónico las coordenadas de los objetivos y enviando a los drones a la misión.