Estados Unidos ha indicado de manera oficial a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se opone a la demanda de China para que consideren a ese país como una economía de mercado según la normativa global al respecto, informa Reuters.
Con esa declaración, Washington desea apoyar a la Unión Europea en su disputa comercial con China, que desea ser tratado como una economía de mercado para que reduzcan los aranceles de importación a sus mercancías.
Actualmente, los socios comerciales de Pekín tienen derecho a imponer altos tributos a la entrada de productos chinos porque se parte de la idea de que la intervención estatal china en la economía genera una ventaja injusta para sus exportadores.
Mientras esta situación perdure, tanto EE.UU. como la UE pueden imponer tarifas del 100 % o más a los artículos de China, que reducen en miles de millones de dólares las ganancias de los productores del gigante asiático.
La disputa estalló el año pasado, cuando las autoridades chinas reclamaron que los 15 años de membresía de la OMC le otorgaban el estatus de economía de mercado de manera automática. No obstante, Washington, Bruselas y otros miembros de esa organización aseguraron que China no ha terminado de liberalizar su mercado.
Pekín interpuso protestas contra los dos jugadores dominantes y, aunque el caso contra EE.UU. se ha estancado, la queja contra la UE sigue adelante.