En la madrugada de este miércoles, Corea del Norte lanzó su más reciente misil, que tras elevarse a una altura estimada en 4.500 kilómetros y cubrir una distancia de 960 km, cayó a unos 200 km de la costa japonesa, en la zona económica exclusiva de ese país. Al completarse ese ensayo, el líder norcoreano, Kim Jong-un, aseguró "con orgullo" que su país había "realizado finalmente la gran causa histórica" de completar su programa nuclear. Pero hay quienes ponen en duda esa culminación.
El viceministro de Políticas de Defensa de Corea del Sur, Yeo Suk-joo, afirmó ante el Parlamento de su país que Pionyang todavía se dispone a realizar pruebas de ciertas tecnologías, como por ejemplo las de reingreso, el direccionamiento en la etapa final y la activación de cabezas explosivas, recoge Reuters.
Por su parte, el Ministerio surcoreano de Unificación afirmó que el vecino del norte probablemente tendrá que tomar una pausa en sus pruebas de misiles "por varias razones", incluida la temporada invernal del hemisferio boreal. "Si no hay cambios drásticos en la situación o factores externos, creemos que hay una gran chance de que Corea del Norte se abstenga de realizar nuevas provocaciones por un corto tiempo", expresó la vocera alterna de ese ministerio, Lee Yoo-jin.
No obstante, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Song Young-moo, opinó que Kim Jong-un aprovechará su discurso de Año Nuevo para declarar el término del programa nuclear norcoreano.