China continúa buscando soluciones a sus problemas de exceso de tráfico y falta de transporte público.
Con ese fin, cuatro autobuses autónomos comenzaron a circular en la ciudad de Shenzhen, provincia de Cantón, informó Xinhua.
Los nuevos vehículos son capaces de cambiar de carril y hacer una parada de manera autónoma. Para funcionar de forma segura, estos autobuses están equipados con cámaras, sistema de GPS y lídar, que sirven para evitar toparse con otros vehículos, peatones u otros obstáculos.
La distancia que recorren es de 1,2 kilómetros e incluye tres paradas. Los autobuses se desplazan a una velocidad de entre 10 y 30 kilómetros por hora.
Aunque los autobuses son autónomos, el conductor permanece en su puesto durante el periodo de pruebas para supervisar el funcionamiento y detener el vehículo en caso de emergencia.