Revolución paulatina del yuan: El próximo paso de China sería una oferta de bonos
El gerente para investigaciones financieras del Instituto de Energía y Finanzas, Mijaíl Yershov, cree que "China prepara una liberalización multifactorial del mercado financiero", algo que "implicaría una emisión más activa de bonos" en yuanes, "un mejor acceso a la compra" de esos títulos "para los no residentes" y "una mayor participación de los bancos extranjeros en el sistema financiero chino", según manifiesta a la revista rusa Expert.
Yershov detalló que las autoridades chinas tienen programado quitar las restricciones existentes respecto a la participación de las personas no residentes en su mercado de valores nacional dentro de tres años ya que, por el momento, tiene su límite en el 51 %.
Falta de consenso
Sin embargo, este especialista admite que los dirigentes de la política económica de Pekín aún no han establecido un consenso sobre la posible expansión del yuan.
Los partidarios de esta liberalización estiman que la mayor ventaja sería una menor dependencia del dólar estadounidense y los activos en esa moneda, explica Mijaíl Yershov.
Por su parte, muchos responsables de bancos y empresas tienen miedo de que la apertura del sistema financiero amenace a sus negocios, ya que "están acostumbrados a una existencia confortable" con los intereses fijos y los préstamos al dictado de las autoridades.
Marsel Salíjov, otro representante del mismo gabinete estratégico, opina que la imposición del yuan como divisa de reserva mundial es "imposible y perjudicial, aunque supone un objetivo estratégico". Además, señala que las autoridades chinas están al tanto y "solo emprenden pasos de prestigio", pero "no prescinden de las medidas de control del flujo de capitales".
El puzle de la política monetaria
La revista Expert compara el "reajuste" del sistema financiero de Pekín con un "puzle". Desde diciembre de 2013, "cambió" la política de revaluación del yuan para que la moneda china solo se devaluara de manera consecutiva durante tres años, hasta noviembre de 2016. En ese lapso, el tipo de cambio del yuan descendió un 13 % respecto al dólar para encontrar un punto de equilibrio.
El previsible levantamiento de restricciones para los extranjeros permitiría incluir los bonos de China en las principales herramientas de calificación del sector —como los índices que emiten de manera conjunta Bloomberg y Barclays y la clasificación de J.P.Morgan— y el mercado de bonos continental chino se abriría a múltiples inversores institucionales del extranjero.
Las principales casas de inversión estimaron que esa decisión permitiría duplicar el volumen de ese mercado para 2020 y reducir hasta el doble el desfase con la economía de Estados Unidos. en estos momentos, el índice se encuentra en el 3,7.
Factores del crecimiento ultrarrápido
Un integrante de un instituto especializado en economía mundial de la Academia de Ciencias de Rusia, Yakov Mirkin, destaca que la parte más importante del sistema financiero chino es su enfoque en "la estimulación de un crecimiento ultrarrápido, una poscombustión financiera". Según sus cálculos, la monetización de la economía de China aumentó hasta el 208 % del PIB en 2016 y sigue creciendo.
"Como consecuencia de eso, se ha incrementado la saturación del mercado con los créditos, que superan más que el doble el volumen del PIB". Esto, sumado a otros factores, logran que el coeficiente de capitalización de China sea muy alto: las estimaciones preliminares indican que la tasa de inversión se acercará al 44 % del PIB este año.
Mientras tanto, los analistas económicos de la corriente predominante en Occidente ya no consideran tan inaceptable la 'falta de libertad' respecto a las condiciones de circulación de inversiones y divisas en China. Scott Davis, un economista de la Reserva Federal, valoró en un informe reciente que el control de capitales estaba consolidando el tipo de cambio del yuan y ese es uno de los factores principales que mantienen equilibrado el sistema financiero chino ante los riesgos de crisis.