La situación en torno a Corea del Norte se está volviendo cada vez más peligrosa, opina la embajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas, Nikki Haley.
La diplomática indicó en una entrevista al canal Fox News que Pionyang siente la presión internacional provocada por las sanciones económicas, pero al mismo tiempo, sin duda alguna, sigue desarollando su programa nuclear.
Según Haley, EE.UU. se convirtió en la fuerza que "logró unir a la comunidad mundial para decirle a Pionyang que ponga fin su programa".
El pasado 28 de noviembre, Pionyang probó con éxito su misil balístico intercontinental Hwasong-15, cuyo alcance superó "más de 13.000 kilómetros", lo que significa que "puede alcanzar todo el territorio continental de EE.UU.". El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, afirmó que este nuevo proyectil de Corea del Norte representa una amenaza mundial.
Esta semana, EE.UU. y Corea del Sur llevan a cabo ejercicios aéreos conjuntos en ese último país, con la participación de más de 200 aviones de guerra. La agencia norcoreana KCNA afirmó que esas maniobras evidencian los preparativos de EE.UU. para un ataque contra Pionyang, y agregó que "las declaraciones de altos funcionarios estadounidenses son una advertencia de que Corea del Norte tiene que prepararse para una guerra en la península".