La decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de reconocer a la ciudad de Jerusalén como capital de Israel ha indignado al mundo árabe y ha puesto en tela de juicio la búsqueda de una solución duradera y justa para el conflicto palestino-israelí. El estatus de Jerusalén es una de las cuestiones que enfrentan a palestinos e israelíes y cuyo planteamiento provoca de forma casi ineludible que ambas partes tomen las armas.
¿Es Jerusalén capital y de qué país?
En 1980, Israel declaró a Jerusalén como su capital "única e indivisible", incluida la parte oriental de la ciudad, ocupada en 1967 tras el final de la Guerra de los Seis Días. Los palestinos, a su vez, consideran a Jerusalén oriental como la capital de su país.
El mundo nunca reconoció la anexión y el estatus de la ciudad empezó a ser considerado uno de los problemas centrales del conflicto palestino-israelí, que debería resolverse sobre la base de un acuerdo con los palestinos. Por ello, todas las embajadas extranjeras en Israel se encuentran en Tel Aviv.
Tras el anuncio de Trump, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó la decisión como "un paso importante hacia la paz, ya que no puede haber paz sin Jerusalén como la capital del Estado de Israel".
Mientras tanto, el líder del movimiento palestino Hamás, Ismaíl Haniyé, ha afirmado que EE.UU. "ha enterrado para siempre el proceso de paz en Oriente Medio". En la misma línea, el presidente de Palestina, Mahmud Abbás, ha declarado que el anuncio de su homólogo estadounidense significa la retirada de Washington del proceso de paz en esa región, agregando que Jerusalén es "la capital eterna del Estado de Palestina".
¿Es Palestina un Estado?
Otra 'manzana de la discordia' ha sido el reconocimiento de Palestina como Estado. La fundación del Estado de Palestina fue proclamada el 15 de noviembre de 1988 en Argelia en una sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Palestina, un órgano representativo en el exilio. Acto seguido, más de 80 países la reconocieron.
Desde 1994 la Autoridad Nacional Palestina ha tenido representación en la ONU. El proceso de reconocimiento del Estado palestino se aceleró en el 2010, cuando, entre otros, más de una docena de países de América Latina y el Caribe reconocieron a Palestina dentro de las fronteras de 1967, previas a la Guerra de los Seis Días. El 29 de noviembre de 2012 la Asamblea General de la ONU aprobó el ingreso de Palestina como Estado observador.
La última victoria de Abbás fue el reciente ingreso de Palestina en la Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal) como Estado miembro del organismo, aprobado pese a la oposición de Israel y EE.UU.
Cada uno de los pasos de los Gobiernos del mundo a la hora de aceptar la presencia de Palestina en la comunidad de naciones ha provocado la reprobación e indignación de las autoridades israelíes. El gabinete de Benjamín Netanyahu suele tachar de 'irresponsables' las decisiones de países soberanos de establecer relaciones diplomáticas con Palestina. Israel aceptó la existencia de la Autoridad Nacional, pero no reconoce a Palestina como país y percibe su independencia como una amenaza.
¿Es Israel un Estado?
Aunque el Estado de Israel, tal como se llama oficialmente el país hebreo, es miembro de la ONU y no deja de demostrar con los hechos que cumple todos los requisitos para ser considerado un Estado, hay fuerzas que le niegan rotundamente el derecho a existir. Actualmente 31 Estados miembros de la ONU no reconocen al Estado de Israel o no tienen relaciones diplomáticas con él. En la propia Palestina este punto de vista está muy extendido: las tierras palestinas ocupadas no son solo Cisjordania y Jerusalén, sino también todo el territorio en la costa este del Mediterráneo al sur del Líbano y los Altos del Golán.
Tanto el Gobierno israelí como un gran sector de la población judía están constantemente alarmados ante los posibles desafíos a su existencia y son propensos a exagerar los peligros que suponen los palestinos. Casos de intolerancia religiosa o étnica, la profanación de la bandera de Israel, o incluso un mero acto de vandalismo por parte de un palestino se perciben como actos terroristas, a los que los israelíes responden a tiros.
¿Cuál es la frontera en la que las dos partes deben hacer concesiones para conseguir la paz?
Después de la primera guerra árabe-israelí (1948), el territorio inicialmente previsto por las Naciones Unidas para acoger un Estado árabe se redujo a la mitad. Las negociaciones de paz suponen la posibilidad de concesiones territoriales, ya sean mutuas o unilaterales.
Sin embargo, no está claro hasta qué punto deben ceder las autoridades palestinas, cuando los territorios controlados por ellas en Cisjordania ya están fragmentados por las franjas de asentamientos administrados desde el Gobierno de Israel y protegidos por su Ejército.
A finales del 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que condenaba la política de Israel de construir asentamientos en territorio palestino. No obstante, desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump el Gobierno israelí está batiendo récords en la construcción de colonias. En estas condiciones, cada asentamiento nuevo en las tierras palestinas conlleva un nuevo conflicto, al menos local, y el desenlace siempre implica el uso de la fuerza.
¿Cuál es el destino del Monte del Templo?
En el casco histórico de Jerusalén se encuentra la Explanada de las Mezquitas (conocido como 'Monte del Templo' por los judíos), un lugar religioso sagrado tanto para los musulmanes (el tercer lugar más sagrado) como para los judíos, pero existe un clima muy tenso en esa zona.
Algunos judíos creen que precisamente en este lugar se debe construir el Tercer Templo del pueblo israelí. Otros, en cambio, están convencidos de que el templo prometido se erigirá por sí solo o, mejor dicho, por voluntad divina. Ambas interpretaciones de las Santas Escrituras son inaceptables para los musulmanes, que quieren conservar la Explanada con su aspecto actual, con las dos mezquitas presentes desde el siglo VII: la de Al Aqsa y la del Domo de la Roca. En la sociedad palestina siempre existe temor por los planes que puedan tener las autoridades israelíes para este sitio histórico.
En el 2016, la Unesco adoptó una resolución en la que negó todo vínculo entre Jerusalén y el judaísmo, limitándose a considerarlo un lugar único del islam. La resolución, muy criticada por Israel, subraya que la Explanada es sagrada solo para los musulmanes.