El reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de EE.UU. ha generado una ola de protestas e indignación. La decisión del presidente Donald Trump ha sido condenada no solo por naciones opuestas a la política exterior estadounidense, sino también por aliados tradicionales de Washington en Oriente Medio y alrededor del mundo.
Crisis migratoria
Países europeos como Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Francia, Alemania e Italia, que cuentan con grandes comunidades musulmanas, han expresado su rechazo a la decisión de Trump. Nikita Daniuk, subdirector del Instituto de Estudios Estratégicos y Pronósticos de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos (RUDN, por sus siglas en ruso), argumenta que esto se debe a que "hay temores globales" relacionados con un agudizamiento de la crisis migratoria.
"Después de que se desestabilizó la situación en Medio Oriente y el Norte de África, fue Europa la que se enfrentó al flujo de migrantes y al aumento de los ataques terroristas, no EE.UU.", aseveró el especialista a RT, agregando que los europeos perciben el reconocimiento de Jerusalén como un intento de "encender la región".
EE.UU. no consulta con sus aliados
Por otra parte, Grigori Kosach, profesor estudios orientales modernos de la Universidad Estatal Rusa para las Humanidades, señala que EE.UU. se dignó a escuchar la opinión de Jordania —nación limítrofe tanto con Israel como con Palestina y hogar de muchos refugiados del conflicto entre ambos países— solo después de haber tomado la polémica decisión. "Si hay un aliado estadounidense en la región que fue más afectado por la decisión de Trump, es Jordania", afirmó el académico a RT.
"Es difícil hablar de cualquier tipo de solidaridad", indicó Daniuk, refiriéndose por otro lado a una cooperación euroatlántica futura. Según el experto, Trump resuelve sus propios problemas satisfaciendo los intereses del influyente 'lobby' israelí dentro de su país, a expensas de la seguridad de sus aliados europeos.
Surgimiento de Irán
Kosach señala que la decisión es contraproducente para los mismos intereses estadounidenses, pues puede fortalecer las posiciones de los aliados de Irán: ahora Teherán puede acusar a los aliados árabes de Washington de no estar interesados en crear un Estado palestino independiente.
"Aunque EE.UU. tiene relaciones estratégicas y de asociación de larga data con Arabia Saudita, y se opone formalmente a Irán, ahora como resultado de sus acciones es Irán, un opositor estratégico de los sauditas, quien está fortaleciendo sus posiciones", indicó el experto.