La agencia espacial rusa Roscosmos está lista para desarrollar un prototipo de primera etapa reutilizable para el futuro cohete portador Soyuz-5, según informa el diario Izvestia. Con este fin, el Centro Estatal Espacial Jrúnichev ha contratado a un equipo de ingenieros que trabajó en el pasado en el proyecto del avión cohete Burán.
El proyectista jefe de Roscosmos, Alexánder Medvédev, señaló a la prensa que el centro ha decidido reinstituir el departamento de portadores reutilizables. Lo encabezará Pavel Léjov, uno de los autores intelectuales del sistema 'Energuia-Burán' (respectivamente, los nombres del cohete de dos etapas y del avión transbordador que portaba). Otros participantes en aquel proyecto, abandonado en 1993, también forman parte ahora del nuevo equipo.
El periódico descarta que los ingenieros rusos se hayan inspirado en la experiencia del fundador de SpaceX, Elon Musk, que ya ha amerizado las primeras etapas de su cohete portador Falcon 9 en el Atlántico. Al contrario que este, Roscosmos proyecta una alternativa en la que sus cohetes puedan regresar al cosmódromo desde el que salieron y, como si fueran aviones, tomen tierra en una pista de aterrizaje.
"Estoy convencido de que una primera etapa capaz de regresar con unas alas desplegables es una opción óptima para las condiciones rusas", afirmó Medvédev.
"La manera con la que la compañía SpaceX aterriza la primera etapa [de su cohete] no nos conviene, puesto que los cohetes que despegan de nuestros cosmódromos no vuelan sobre el mar y no tendríamos la posibilidad de mandar un barco remolcador hasta el lugar requerido".
Roscomosmos desarrollará en paralelo una primera etapa desechable y otra reutilizable para el cohete portador Soyuz-5. Se proyecta para los lanzamientos tanto los cosmódromos de Baikonur y Vostochny como la plataforma flotante Morskói Start. Lo que decidirá la opción final será la competitividad económica de ambas versiones del portador.