El vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, ha denunciado que Washington violó el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) al desplegar su sistema antimisiles en países europeos que forman parte de la OTAN bajo el pretexto de que Rusia es una amenaza para Estados Unidos y Europa.
Aunque las preocupaciones de los europeos parece que no se centran en Moscú, varios líderes occidentales aún hablan de la llamada 'amenaza rusa' para justificar sus acciones e intimidar a sus ciudadanos, ya sea con supuestos ciberataques o presuntas intervenciones en los asuntos internos de otras naciones.
Un rasgo común de estas acusaciones ha sido la falta de pruebas y, a pesar de todo, el hecho de haber sido divulgadas. ¿Ha llegado este mensaje de intimidación a los ciudadanos de los países occidentales?
¿Cuántos están convencidos de que la política de Moscú es agresiva?
Un estudio reciente de la fundación alemana Korber Stiftung indica que el problema que más preocupa a la población de Alemania son los refugiados: el 26 % de quienes respondieron pusieron la crisis migratoria europea la primera de la lista.
En segundo lugar se encuentran el presidente de EE.UU., Donald Trump, y sus políticas, que intimidan al 19 % de los encuestados, frente a un 7 % que se registró en 2016.
El tercer lugar de la lista de preocupaciones de los cuidadnos alemanes es la política del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, con el 17 %, seguido del programa armamentístico de Corea del Norte, con el 10 %.
Finalmente, solo el 8 % se preocupan por la 'amenaza' que supone la política de Rusia y su presidente, Vladímir Putin. Se trata hasta de una mejora significativa de su imagen, ya que el año pasado alcanzó el 25 %.
De este modo, el radio de acción de la campaña occidental para demonizar a Rusia no es muy extenso.