Autobuses eléctricos de una compañía rusa cosechan éxitos en América Latina
Trolza es la principal compañía de trolebuses rusa y está ubicada en la provincia de Sarátov. Desde su puesta en marcha en 1951, miles vehículos de transporte de pasajeros han salido de sus puertas para recorrer las calles de las ciudades de Rusia y de varios países del mundo. En la década de 1970, Trolza empezó a exportar a Sudamérica y Europa. Pero fue en el 2014 cuando su producto estrella vio la luz: el electrobús.
En Argentina, vieron con interés el nuevo vehículo ruso. La representante comercial de Trolza en Argentina, Alexandra Enkova, ha relatado a RT que en 2014-2015 la planta de producción de electrobuses recibió la visita de los representantes municipales de las ciudades de Córdoba y Rosario y que a partir de allí se concretaron dos contratos nuevos.
"El primer contrato fue con Córdoba de 7 unidades, 5 de cuales son únicamente trolebuses, dos de cuales son electrobuses con carga dinámica, que mientras van andando, van cargando. La otra ciudad fue Rosario, se concretaron 12 unidades de electrobuses con recarga dinámica", ha precisado Enkova.
"Encontramos en Trolza una tecnología adecuada, una adaptación para la necesidad de la ciudad", ha afirmado la intendenta de la ciudad de Rosario, Mónica Fein. Ha aseverado que entre las características que la atraen se destaca "la posibilidad que estos electrobuses sean inclusivos para personas con distinta discapacidad". "Tenemos planificado incorporar dos líneas eléctricas más y esperamos que Trolza siga siendo nuestra colaboradora más importante en este proyecto", ha recalcado Fein.
Los electrobuses de Trolza están equipados con el sistema de recarga dinámica. En la práctica son baterías de ion de litio que acumulan energía al contacto con una red eléctrica de trolebuses. Con las baterías cargadas, estos vehículos tienen garantizadas hasta 35 kilómetros de marcha autónoma.
Las características de estos gigantes incluyen además control de climatización, vidrios aislantes, parabrisas panorámicos, videocámaras, accesibilidad para personas con discapacidad, y asientos ergonómicos para el conductor y pasajeros.
Al ser un transporte eléctrico, no emite gases contaminantes. Otro de los beneficios con los que cuenta es su durabilidad, ya que supera la vida útil de los autobuses convencionales. En América Latina, Trolza ha exportado a Argentina y Colombia: fueron aproximadamente 200 trolebuses que fueron vendidos a ambas naciones.
La empresa también realiza proyectos con el Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo y mantiene negociaciones con algunas naciones en sudeste asiático. Los empleados de Trolza tardan seis días en montar uno de estos buses eléctricos. En promedio producen unos 200 vehículos anuales.