Una reciente investigación revela que las esponjas o poríferos son los ancestros más antiguos de todos los organismos vivos. El estudio fue publicado el pasado 30 de noviembre en la revista Current Biology por el profesor Davide Pisani de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y sus colegas de la Universidad de Múnich (Alemania) y de la Instituto Tecnológico de California (EE.UU.) entre otras.
Hasta ahora los científicos debatían qué especies vinieron primero: las citadas esponjas o los ctenóforos —también conocidas como 'portadores de peines'—, que son especies marinas y bioluminiscentes semejantes a las medusas. Las esponjas son morfológicamente más simples; los ctenóforos son animales filtradores y prácticamente incapaces de desplazarse.
Para resolver el enigma el citado profesor de la Universidad de Bristol y su equipo analizaron numerosos datos genómicos desde los años 2015 al 2017 para llegar a la conclusión de que los modelos evolutivos que afirman que la forma de vida animal más antigua del planeta es la esponja marina son científicamente más correctos y detallados.
Pisani afirma que el descubrimiento es fundamental para comprender la evolución de los seres humanos, recoge la Universidad de Bristol. "Dependiendo de si las esponjas o los ctenóforos aparecieron primero surgen historias evolutivas absolutamente diferentes para los sistemas de órganos, como el nervioso y el digestivo, de animales clave", nota el citado profesor.