El problema 'Jerusalén': Cómo ha cambiado el mapa del Oriente Medio (infografía)
Raíces del conflicto
En diciembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó, pese al rechazo de los árabes, el plan de división de Palestina, entonces bajo mandato británico. Este plan preveía la creación de dos Estados independientes, uno árabe y el otro judío, y una zona internacional en Jerusalén bajo control de las Naciones Unidas.
Repasemos ahora las principales etapas del desarrollo del conflicto y cómo se configuró el estado actual de la situación y de las fronteras reales de la zona, que no están reconocidas por la comunidad internacional.
Año 1948:
El 14 de mayo de ese año, el Reino Unido pone fin a su mandato sobre Palestina y ese mismo día los judíos proclaman la fundación del Estado de Israel. El evento desencadena el inicio de una guerra entre los colonos hebreos y varios Estados árabes contrarios a la decisión de la ONU. Egipto, Siria, Líbano, Transjordania, Arabia Saudita, Irak y Yemen introducen casi inmediatamente tropas en Palestina, pero los isreaelíes logran rechazar el ataque y en 1949 ganan la guerra, quedándose con gran parte del territorio palestino.
Año 1967:
Tras varios enfrentamientos fronterizos entre Israel y los Estados árabes vecinos, sobre todo Siria, y viendo que un conflicto bélico es casi inevitable, Israel lanza un ataque preventivo. Estalla una guerra contra la coalición compuesta por Egipto, Siria, Jordania e Irak. El enfrentamiento duró poco -tan solo seis días-, pero sus resultados, la completa derrota de los aliados árabes, cambió drásticamente el panorama de la ya de por sí conflictiva región.
Como resultado, Israel conquista la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Oriental -incluyendo la Ciudad Vieja- y los Altos del Golán.
Israel declara que Jerusalén forma parte de su Estado como su capital, pero este hecho no fue reconocido por la comunidad internacional ni por la ONU, que consideran estos territorios como "ocupados".
…La situación siguió así hasta finales de 2017, cuando el presidente de EE.UU. Donald Trump decidió reconocer esta ciudad como la capital del Estado hebreo.
La decisión de Trump no ha tardado en encender una oleada de violentas protestas y disturbios en varios países de Oriente Medio, mientras que la Unión Europea ha lanzado una clara advertencia alertando que la decisión puede poner en riesgo el proceso de paz entre Israel y Palestina.
Moscú y Londres también han expresado su preocupación, al igual que el papa Francisco, quien ha pedido "sensatez y prudencia" a todas las partes del conflicto.