El partido fujimorista Fuerza Popular se unió este jueves a la solicitud de renuncia del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, debido a su presunta vinculación con el caso de corrupción Lava Jato, que se originó en Brasil.
La empresa brasileña Odebrecht manifestó que hizo dos pagos por 782.207 dólares, entre noviembre de 2004 y diciembre de 2007, a una empresa a nombre del actual mandatario peruano, recoge Gestión.
Dentro del Congreso peruano, que se ha declarado en sesión permanente este jueves, la bancada opositora a Kuczynski ha pedido su renuncia debido a los supuestos pagos recibidos de la empresa brasileña cuando se desempeñaba como alto funcionario público durante el gobierno de Alejandro Toledo, informa el portal 20 minutos.
El presidente del Congreso, Luis Galarreta Velarde, explicó que la sesión permanente se declaró a la espera de que el Kuczynski aclare su relación con la empresa brasileña, que se ha visto envuelta en la red más grande de corrupción en América Latina.
En noviembre, el mandatario negó su vinculación con Odebrecht pero el pasado miércoles un grupo de legisladores presentó un conjunto de documentos que revelaron que la consultora financiera de Kuczynski, Wesfield Capital, habría recibido 782.207 dólares entre 2004 y 2007.
Presidencia "insostenible"
El diputado fujimorista Daniel Salaverry dijo que la continuidad del mandatario es "insostenible" y que debe asegurarse la "transición" para que el que vicepresidente del país andino, Martín Vizcarra, termine el mandato, publicó RPP.
Por su parte, el representante del partido Frente Amplio, Wilbert Rozas, manifestó que pedirán al Congreso una moción pidiendo la "vacancia presidencial" y no la renuncia.
La legislación peruana contempla la posibilidad de que los congresistas destituyan al presidente mediante un proceso de vacancia, por incapacidad moral o la infracción constitucional.
La noche del pasado miércoles, el presidente peruano, electo en 2016, dijo al país que iba a "aclarar todo lo que haya que aclarar" ante el Congreso y la Fiscalía, pues "no tengo nada que ocultar".