Las Fuerzas Armadas de EE.UU. no están a la altura del proceso de modernización de sus principales adversarios, no tienen capacidad para responder adecuadamente a los desafíos en Europa y Asia Oriental y pueden perder la próxima gran guerra, por ejemplo, con China o Rusia. Así lo revela un extenso informe del 'think tank' estadounidense Corporación RAND, que examina potenciales escenarios de conflicto.
El estudio señala que las tropas estadounidenses son hoy "más grandes de lo necesario para luchar en una sola gran guerra", pero, al mismo tiempo, "no están a la altura de la modernización de las fuerzas de los grandes adversarios". Además, según RAND el Ejército de EE.UU. está "mal posicionado para enfrentar desafíos clave en Europa y el este de Asia".
Mientras tanto, las capacidades militares de China y Rusia se han disparado tanto que podrían potencialmente vencer a EE.UU. en ciertas situaciones.
"De manera escueta, las evaluaciones en este informe muestran que las fuerzas estadounidenses podrían, bajo supuestos plausibles, perder la próxima guerra", aseveran los autores del estudio de la Corporación RAND.
China
El estudio subraya que Pekín ha construido con éxito una fuerza diseñada específicamente para contrarrestar las capacidades de EE.UU. Así, los modernos sistemas de aviones y misiles representan una amenaza real para cualquier grupo de portaaviones de EE.UU. desplegado "para proteger a Taiwán o los intereses internacionales en el mar de la China Meridional".
Según los autores del informe, estos avances se han visto facilitados por la proliferación de numerosos tipos de tecnologías y sistemas que "dieron a las fuerzas estadounidenses el dominio sobre sus adversarios regionales" en la era posterior a la Guerra Fría, como sistemas de reconocimiento en tiempo real, de transmisión y procesamiento de datos, así como de guiado de precisión, robótica, propulsión e incluso de tecnología sigilosa.
Al dominar China estas capacidades, "ha podido plantear desafíos crecientes a la capacidad de las fuerzas estadounidenses para proyectar poder en su región".
Rusia
Los expertos señalan que Rusia "parece experimentar mejoras destacadas en la dotación, entrenamiento y preparación" de las Fuerzas Aéreas y Terrestres convencionales, así como en las inversiones en defensas de superficie, en una nueva generación de vehículos de combate blindados, artillería, sistemas de ataque de precisión y en las Fuerzas Nucleares.
En particular, RAND sostiene que para la Fuerza Aérea de EE.UU., "una vez abrumadora", ahora sería difícil luchar contra los modernos sistemas de misiles rusos, "dejando el camino abierto para que la pesada armadura rusa vaya a donde quiera".
Corea del Norte
Por otro lado, Corea del Norte presenta un problema para el que EE.UU. tiene pocas "respuestas satisfactorias", según el informe. Su amenaza de misiles balísticos no puede ser contrarrestada fácilmente, y, en caso de una guerra terrestre en la península coreana, se core el riesgo de la implicación de China.
Entretanto, la adquisición de armas nucleares por parte de Pionyang "significa que tiene el potencial de causar un daño inmenso a Corea del Sur, Japón y quizás algún día a EE.UU.", alerta el informe.