Exejecutivos de Facebook están denunciando cómo el gigante de las redes sociales está "destruyendo la sociedad" y difundiendo "desinformación". Al mismo tiempo, han especificado que este problema "no tiene nada que ver" con Rusia.
"No se trata de anuncios rusos. Es un problema global"
Esta semana, el exvicepresidente de Facebook, Chamath Palihapitiya, que dejó la empresa en 2011, afirmó sobre la plataforma que él no usa "esa m...da" ni deja que sus hijos la usen, por lo dañina que es.
Asimismo, aseguró que se siente "tremendamente culpable" por su papel en el alcance global de esta red social.
"No se trata de anuncios rusos. Este es un problema global", enfatizó Palihapitiya, agregando que Facebook "está destrozando la sociedad" y "erosionando las bases fundamentales de cómo las personas se comportan".
Por si fuera poco, el presidente fundador de la compañía, Sean Parker, también denunció recientemente el impacto dañino de las redes sociales en la sociedad y en las interacciones personales. "Dios sabe lo que le están haciendo al cerebro de nuestros hijos", se lamentó.
Parker, que ya no está en la empresa, dijo que la plataforma social fue diseñada deliberadamente para "explotar la vulnerabilidad humana" y convertir a los usuarios en adictos para que consuman su tiempo y sus pensamientos.
El nuevo "opio del pueblo"
En un artículo para RT, el analista internacional Finian Cunningham opina que esas declaraciones deben ser vistas como "una perspectiva racional para contrarrestar el histérico discurso mediático occidental" propagado durante el año pasado, que buscaba culpar a Rusia de interferir en las elecciones estadounidenses y sembrar la discordia en la sociedad, inclusive a través de la manipulación de las redes sociales como Facebook.
Según el experto, los que creen en que los agentes rusos o los "medios noticiosos patrocinados por el Kremlin" podrían influir en los votantes y las sociedades "pierden de vista al bosque para fijarse solo en los árboles", ya que Facebook y otras redes sociales basadas principalmente en EE.UU. ya tienen una "influencia preponderante" en miles de millones de personas en todo el mundo.
Cunningham subraya "el enorme potencial" de Facebook para difundir información y propaganda que promueve las agendas políticas de EE.UU. y otros Gobiernos occidentales. Sin embargo, afirma que la influencia de los gigantes de las redes sociales con sede en EE.UU. va mucho más allá del control de la información a la que los usuarios de estas redes pueden acceder, teniendo un "impacto nocivo" sobre "la estructura misma de la sociedad, sobre las relaciones sociales y la forma en que los seres humanos se asocian y se organizan".
Al recordar las palabras de Karl Marx —quien calificó la religión organizada como el "opio del pueblo"— el analista concluye que "hoy en día, se puede decir que el opio es Facebook y su clase de medios de comunicación social paralizantes".