La 'abuelita hacker', una rusa de 101 años que navega por Internet porque responde a "todo"
Que la edad no es un obstáculo para aprender cosas nuevas lo demuestra a diario Nadezhda Miagkij, cada vez que enciende el ordenador. A esta mujer de 101 años que vivió la llegada de la electricidad, se le ha abierto todo un mundo de posibilidades a través de la tecnología de Internet.
Nadezhda Miagkij es veterana de guerra y también es conocida como "abuelita hacker", ya que se unió a las filas de la comunidad de cibernautas.
La centenaria nació en 1916 y creció con la agitación de la Revolución Rusa de 1917 y la Primera Guerra Mundial. El paso de los años está marcado en su piel, así como el dolor de haber perdido a sus seres queridos, como su esposo, que falleció durante la Segunda Guerra Mundial, quedándose sola a cargo de sus hijos. Sin embargo, su sentido del humor es envidiable, pues Nadezhda es capaz de bromear sobre su salud y su edad.
"Tengo un solo ojo y es artificial. El segundo no ve nada en absoluto", cuenta la anciana, que asegura no poner comas cuando escribie. "Como si estuviera en el primer grado", puntualiza.
Nadezhda se mudó a una casa de reposo en Bratsk, en Siberia, para no molestar a sus hijas en el espacio apretado de su apartamento, y fue allí donde despertó su interés para aprender "la ciencia de Internet", como ella la llama. Ver películas, conversar con familiares por Skype o escuchar música son las actividades que más le gustan.
"Internet me da todo. Responde cualquier pregunta sobre lo que podría no saber debido a mi enfermedad o estupidez. Estoy interesada. Y responde todo, me dice todo de inmediato. Aprecio Internet", cuenta Nadezhda.
Si echa una mirada al pasado, hace un viaje completo a través dl tiempo, recordando algunos de los momentos más importantes para la humanidad: "La electricidad apareció en mis tiempos. Lo tengo en la memoria: cómo mi abuela apagó la luz para mí".
Ahora, volviendo al presente y a su interés para ser una verdadera cibernauta, reconoce que dominar Internet, no fue fácil. Los primeros conocimientos se los enseñó hace cinco años su nieta, también jubilada, aunque al principio se mostró cautelosa.
"Mi nieta no me dejó usar la computadora, no se fiaba de mí", explica la cibernauta. "Tenía miedo de que yo rompiera algo o hiciera algo mal por mi curiosidad", añade.
Sin embargo, las ganas de seguir aprendiendo la sumergieron en el mundo de la tecnología. Ella dice que Internet es una valiosa fuente de conocimiento. De esa manera, Nadezhda Miagkij, da un ejemplo para todos y demuestra a diario que la edad es solo un número.