Este lunes se inaugura la conferencia en la que cada año desde 1994 las autoridades chinas deciden el rumbo de la política económica del país para el año que está a punto de comenzar. La cita inaugurada por el presidente Xi Jinping, que se celebrará a puerta cerrada en un hotel y se espera que concluya el próximo miércoles, ha levantado las máximas expectativas.
Se espera que el gigante asiático protagonice una mayor apertura a los mercados como prometió el mandatario chino tras consolidar su poder en el XIX Congreso del Partido Comunista Chino el pasado octubre.
En esta reunión anual se fijarán las principales políticas económicas para 2018: medidas financieras, política monetaria y fiscal y previsiones de crecimiento económico. En este último caso, aunque no se espera que se desvelen hasta marzo, se prevén que se sitúen en torno al 6,5%, el mismo crecimiento fijado para el año que termina.
Según ha publicado últimamente la prensa china, y según informa Efe, se espera que avance en la liberalización económica y la reforma de ciertos sectores, tras haber dedicado los primeros cinco años de su mandato a la lucha contra la corrupción.
De "sorprendente" califica la Cámara de Comercio Europea en China que este año no hubiera "cambios significativos" respecto a las reuniones de años anteriores, recoge el diario económico. Además, esperan que "se establezca una dirección más concreta para la nueva era" y que "se centren fundamentalmente en el excesivo nivel de deuda de China, que se ha convertido en la principal fuente de preocupación para muchos".