"Hemos comenzado la experimentación, la planificación del desarrollo y la inversión en tecnología" señaló el teniente general Arnold Bunch, encargado de las adquisiciones de la Fuerza Aérea de EE.UU en su entrevista con el portal Scout Warrior, refiriéndose al desarrollo de un caza de sexta generación.
El nuevo avión, diseñado para suceder al F-35 Joint Strike Fighter de quinta generación y planeado para su estreno en la década de los años 30, se encuentra ahora en las primeras etapas de desarrollo conceptual por la Fuerza Aérea y la Armada. Las dos ramas de Fuerzas Armadas estadounidenses se encuentran ahora trabajando juntas en discusiones conceptuales sobre las tecnologías y capacidades que exhibirá la aeronave.
Mientras tanto, el jefe científico de la Fuerza Aérea estadounidense, Geoffrey Zacharias, informó que EE.UU. planea tener armas hipersónicas en la próxima década, drones hipersónicos en los 30 y aviones hipersónicos tripulados de multiuso para la década de 2040. Hay pocas dudas de que la tecnología hipersónica, ya sea de armamento o de propulsión, o de ambas, figurará de forma importante en los futuros diseños de aeronaves, indica The National Interest.
El general Bunch no dio más detalles sobre los esfuerzos en curso, pero sí hizo referencia al plan de superioridad aérea 'Air Superiority 2030', que delinea algunos elementos clave para una plataforma futura.
¿Qué quiere en concreto el mando aéreo de EE.UU.?
En 20 años, los aviones de combate probablemente dispondrán de la próxima generación de tecnología de sigilo. Tendrán sistemas de guerra electrónica más avanzados, procesamiento sofisticado de computadoras y algoritmos, mayor autonomía, armas hipersónicas y la llamada 'piel inteligente', un concepto de integrar en el fuselaje de la aeronave miles de microsensores que permitirían a las aeronaves sentir la velocidad del viento, la temperatura y la tensión física, evaluando de esta forma los datos de una manera mucho más precisa de lo que permite la actual tecnología de sensores.
Las tecnologías están avanzando rápidamente en recubrimientos, temas de espectro electromagnético, inteligencia artificial, maniobrabilidad, superioridad en el rastreo del espacio durante el combate, comunicaciones y enlaces de datos, según los jefes de la Marina de Guerra de Estados Unidos.
Los analistas han especulado con que a medida que se intente desarrollar un cazabombardero de sexta generación, es probable que se explore una gama de tecnologías como conectividad máxima de sensores, capacidad de supercrucero [velocidad de crucero mayor de 1 Mach] y se desarrolle un avión con 'piel inteligente'.
La tecnología de supercrucero permitirá al nuevo avión de combate mantener durante mucho tiempo la velocidad supersónica sin recurrir al modo de postcombustión, lo cual aporta una ventaja táctica sustancial.
La conectividad máxima significaría un drástico aumento de la capacidad de tecnología de comunicaciones y sensores, como la capacidad de lograr conectividad en tiempo real con satélites, otros aviones y cualquier fuente de información que pueda proporcionar información relevante en el campo de batalla.
La nueva aeronave también podría tratar de desarrollar la capacidad de disparar armas hipersónicas, sin embargo, un desarrollo de este tipo dependería de un progreso exitoso con tecnologías aún por probar, indica el artículo.