Marcelo Odebrecht, exconsejero delegado de la compañía constructora Organización Odebrecht, dejó la cárcel de Curitiba, Brasil, para cumplir los siete años y medio que le quedan de sentencia bajo prisión domiciliaria en una mansión de 3.000 metros cuadrados en São Paulo, donde se reencontrará con su familia.
El empresario recibió una condena de diez años tras ser considerado culpable de lavar dinero y pagar sobornos a distintos Gobiernos para obtener contratos de obra pública sin pasar por licitaciones legales. Así las cosas, se espera que en las próximas horas arribe a la vivienda del barrio Morumbi, donde pasará los primeros dos años y medio recluido con una tobillera electrónica.
Los cinco años restantes se dividirán en dos tramos: en la primera mitad gozará de salidas diurnas autorizadas, y la segunda solo se someterá a arresto domiciliario durante los fines de semana, explica AFP.
Gobiernos implicados
Tras ser detenido el 19 de junio de 2015, distintas Administraciones de América Latina se vieron relacionadas a graves casos de corrupción involucrados con Odebrecht. Entre ellos se destacan el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quien enfrenta un proceso de destitución y el 21 de diciembre deberá presentar su descargo ante el Congreso local.
Asimismo, el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, fue considerado culpable de cobrar dinero ilícito de la empresa brasilera y recibió seis años de cárcel. El pasado 17 de diciembre el Parlamento aprobó iniciar un juicio político contra el funcionario para que deje el cargo y cumpla su condena.
Por su parte, La Mañana de Neuquén publicó que el Ministerio Público Fiscal de Brasil informó a la Justicia argentina de que dos arrepentidos están dispuestos a declarar sobre los presuntos sobornos pagados a funcionarios de este país del Cono Sur, donde todavía se desconoce las vinculaciones de los políticos con la constructora.