En la Red se ha viralizado un video animado que muestra una invasión militar de Irán por parte de Arabia Saudita.
El cortometraje propagandístico —que muestra a ambas naciones en pugna por ejercer su influencia en el mundo islámico— dura unos 6 minutos y comienza con una cita del príncipe heredero saudita, Mohamed ben Salmán, quien afirma llevar "la lucha a Irán" sin esperar "a que la lucha llegue a Arabia Saudita".
El detonante del conflicto es el ataque de tres lanchas iraníes contra un buque de ayuda humanitaria de Riad, que desencadena una serie de combates en tierra, mar y aire. En el momento crítico una fragata saudita acude al rescate y acaba con las naves de la República Islámica. A continuación, llega la escena en la cual el reino repele con lanzadores Patriot los ataques de misiles balísticos de Irán.
Posteriormente, un general anónimo llama a la venganza y aparecen los cazas Typhoon y F-15, los aviones de ataque Tornado y los misiles balísticos Vientos del Este que impactan con precisión contra varios blancos estratégicos iraníes como las bases aéreas de Badr y Mehrabad, así como la planta nuclear de Bushehr.
Esta etapa da paso a la hipotética invasión saudita de Irán con tanques y paracaidistas, que culmina con la rendición del alto comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, el general de división Qasem Soleimani. Tras la lucha, multitudes de iraníes reciben con júbilo a las tropas sauditas en la plaza Azadí, en el centro de Teherán. El video termina con imágenes de La Meca, la ciudad sagrada del islam.
Esta animación saudita podría ser una respuesta a un video publicado por Teherán a principios de 2017 que simulaba un ataque con misiles balísticos desde Yemen.
La rivalidad entre Teherán y Riad se debe históricamente a la antigua divergencia entre sunitas y chiitas sobre quién es el legítimo heredero del profeta Mahoma. Actualmente, el ultraconservador islam sunita de Arabia Saudita, conocido como wahabismo, considera herejes a los chiitas, y después de la revolución iraní de 1979 los líderes sauditas vieron a Irán como una amenaza para su propio dominio sobre el mundo islámico. Así, en los años posteriores, las dos potencias han respaldado lados opuestos en numerosos conflictos regionales, como en Irak, Siria y Yemen.