Los experimentos con animales empleando la tecnología de respiración bajo el agua sin ningún dispositivo mecánico, en ausencia de aire comprimido y en sumersión completa se llevan realizando desde hace décadas. En Rusia fueron suspendidos entre la década de 1990 y el año 2015, pero se reanudaron el año pasado. Y hay destacados resultados.
Los científicos de la Fundación de Proyectos de Investigación Avanzados, con sede en Moscú, aprovecharon este martes la visita a sus instalaciones del presidente de Serbia, Alexandar Vucic, para mostrarle los logros alcanzados en este terreno. Un perro teckel fue sumergido boca abajo en un cubo con un líquido especialmente preparado y en cuestión de unos minutos pudo adaptarse al nuevo entorno. Todo un éxito.
El animal fue capaz de respirar con líquido en el interior de sus pulmones, afirma el portal del diario Izvestia. Cuando los empleados del laboratorio lo sacaron, solo tuvieron que extraer el agua del sistema respiratorio del can para que volviera a utilizar aire de la atmósfera.
Vucic admitió estar "muy impresionado" con lo que estaba viendo y acarició al perro para comprobar que se encontraba bien después de aquella espantosa experiencia. El jefe del proyecto de respiración con líquido, Fiodor Arsényev, le explicó cuáles son las aplicaciones prácticas de esta tecnología.
Posibles usos
Ante todo, la tecnología permitiría salvar vidas a los tripulantes de submarinos naufragados. El problema es el ascenso a la superficie desde más de cien metros de profundidad, dado los riesgos mortales del síndrome de descompresión.
Para evitar que la sangre humana entre en ebullición, obstruyendo el flujo sanguíneo durante la subida, cada marinero podría ponerse un aparato respiratorio con un líquido que reemplazaría el nitrógeno del aire. De esta manera, la tecnología aceleraría el ascenso y aseguraría el éxito del rescate.
Además, las cámaras de respiración con agua podrían permitir la gestación de bebés prematuros. Asimismo podrían mantener con vida a las personas con con vías respiratorias víctimas de quemaduras tras algún incendio.