Corrupción y ovnis: ¿adónde volaron 22 millones de dólares del Pentágono?

El programa secreto AATIP fue pensado para recopilar información sobre nuevos tipos de armas aéreas, pero en realidad se encargaba de la investigación activa del "fenómeno ovni".

El Pentágono ha confirmado de forma oficial la existencia del Programa de Identificación de Amenazas Avanzadas de Aviación (AATIP, por sus siglas en inglés), que tuvo un coste de 22 millones de dólares, informa el periódico The New York Times. La Defensa estadounidense ha indicado que el programa se clausuró en 2012 debido a que consideró que había "otros asuntos de mayor prioridad".

En el marco del AATIP el Pentágono realizó de 2007 a 2012 investigaciones sobre incidentes relacionados con objetos voladores no identificados y llevó a cabo estudios sobre fenómenos atmosféricos de naturaleza desconocida.

El programa no fue oficialmente clasificado, pero solo un número muy limitado de funcionarios del Pentágono y el Gobierno de Estados Unidos sabían de su existencia.

El AATIP fue descrito como un programa para recopilar información sobre la disponibilidad de nuevos tipos de armas aéreas entre potenciales adversarios de Estados Unidos, como Rusia y China, pero en realidad se encargaba de la investigación activa del "fenómeno ovni", subrayan los medios estadounidenses.

Anteriormente, el único proyecto sobre ovnis del Pentágono que ganó cierta notoriedad fue el llamado Libro Azul de la Fuerza Aérea (1952-1969), que concluyó que el fenómeno ovni no representaba ni una amenaza para la seguridad de Estados Unidos ni ningún interés científico.

Amigo del senador

Los medios estadounidenses reportan que los fondos para el programa fueron asignados a petición de Harry Reid, un exsenador del Partido Demócrata del estado de Nevada.

Llama la atención el hecho de que las actividades operacionales del programa AATIP fueron encargadas a la empresa Bigelow Aerospace, que recibió para este fin unos 20 millones de dólares. El dato sospechoso es que Bigelow Aerospace pertenece al magnate Robert Bigelow, un buen amigo del exsenador Reid que en varias ocasiones hizo donaciones por valor de decenas de miles de dólares a la campaña para su reelección en 2004 y 2010.

Un ex alto oficial de inteligencia estadounidense que conocía el papel de Reid de primera mano —y que ha pedido que no se revelara su identidad— ha confesado a Politico que el programa le pareció "extraño" y que le  "preocupaba que a través del proyecto se canalizara dinero hacia una persona que estaba asociada a Harry Reid".

Ya anteriormente, tanto los ciudadanos como los funcionarios estadounidenses habían dudado de la legalidad de las actividades financieras del senador

A pesar de todas estas acusaciones, el demócrata nunca ha sido llevado ante la Justicia. Tampoco ha estado involucrado en investigaciones o casos criminales.