La semana pasada el presidente de Rusia, Vladímir Putin, presentó a la Duma Estatal (la Cámara Baja del Parlamento) un proyecto de ley de ratificación del acuerdo previamente firmado con su homólogo sirio, Bashar al Assad, sobre la ampliación del territorio que ocupa este centro logístico de la marina de Guerra rusa en el puerto de Tartus. El documento ha sido revisado de forma prioritaria y ha recibido el apoyo de los diputados.
El texto del acuerdo fue publicado en un portal oficial a principios de este año, el 20 de enero. Será vigente durante 49 años, tendrá carácter defensivo y no estará dirigido contra terceros países, según estipula el propio documento. En el puerto de Tartus podrán atracar simultáneamente hasta 11 buques de guerra, incluidos los navíos de propulsión nuclear.
Está prevista también la prolongación del acuerdo por períodos de 25 años después de que expire el periodo inicial de 49 años. El acuerdo estipula las cuestiones relacionadas con la protección de datos, el uso de las telecomunicaciones y los medios de guerra radioelectrónica en el centro de apoyo logístico, así como las medidas para su protección y vigilancia, el uso eventual de armas, el acceso de las autoridades sirias a la base y los servicios que prestará Damasco.
Rusia utilizará gratuitamente las principales instalaciones del puerto de Tartus, incluidos los muelles y los almacenes, según explicó a los diputados el viceministro de Defensa ruso, Nikolái Pankov. El personal de la base gozará de inmunidad judicial y fiscal, además de varios otros privilegios, recoge el diario RG.
Asimismo, las autoridades sirias no podrán realizar ningún tipo de registro ni en las viviendas ni en los vehículos del personal de Tartus. Tampoco los buques, las aeronaves y ninguno de los bienes que se encuentran en la base estarán sujetos a la inspección, requisición u otras medidas legales por parte de las autoridades sirias.