Los ministros de Asuntos Exteriores del Reino Unido y Rusia, Boris Johnson y Serguéi Lavrov respectivamente, se han reunido este viernes en Moscú. Durante la conferencia de prensa conjunta posterior al encuentro, el diplomático británico se ha referido a las acusaciones contra Moscú por presunta injerencia en asuntos de otras naciones.
Johnson ha afirmado que "no hay evidencia de interferencia exitosa de parte de Rusia en [los asuntos internos de] Reino Unido", incluidos los procesos electorales y el referéndum del Brexit. "Espero que podamos dejar atrás este tema", ha añadido.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia británica ha subrayado su creencia en que sí hubo intentos de interferencia de parte de Rusia. Lavrov ha hecho énfasis en que tales alegaciones no han sido respaldadas por pruebas, y en que quizás fueron pronunciadas por Johnson para mantener una imagen positiva ante los medios de comunicación de su país.
"Quisiera ver cuáles son los hechos en que señalan que hemos intervenido, pero sin éxito. Sin hechos es muy difícil hablar", ha aseverado el canciller ruso. "Creo que ustedes se han inventado [estas acusaciones] allí desde Occidente, y lamentablemente ahora están en inmersos en este tema", ha respondido Lavrov al señalamiento de Johnson. "Es muy difícil bajar de la valla a la que se han subido", ha acotado.
Por el contrario, Lavrov ha condenado acciones agresivas contra Moscú. "Escuchamos acusaciones, incluso formuladas de manera bastante insultante contra nosotros, de que apoyamos al 'régimen criminal' en Siria, de que somos 'agresores', 'invasores', y que nos 'anexamos' territorios extranjeros", ha lamentado el canciller ruso.
Johnson se encuentra en Moscú en la primera visita de un canciller británico a suelo ruso en cinco años. El británico ha afirmado ser un "rusófilo comprometido", a pesar del hecho de que Rusia y el Reino Unido están pasando por un "parche muy difícil" en sus relaciones.