Estos misiles de la aviación rusa hacen que sea imposible escapar de su ataque
Este 23 de diciembre se celebró en Rusia el Día de la Aviación de Largo Alcance. Por este motivo les presentamos las armas con que ahora están equipados los aviones de combate de la Fuerza Aérea rusa, según RIA Novosti.
J-15
El misil balístico aéreo soviético J-15 clase aire-tierra entró en servicio en 1980 para contrarrestar la tecnología que se usaba en el misil nuclear aire-tierra AGM-69 SRAW, de producción estadounidense.
El J-15 fue diseñado para atravesar el sistema de defensa antiaérea del enemigo, destruir complejos antiaéreos y objetivos terrestres estacionarios.
Inicialmente, el J-15 portaba una ojiva termonuclear con una capacidad de aproximadamente 300 kilotones, y posteriormente se crearon otras variantes con equipos convencionales.
El misil fue desarrollado especialmente para los bombarderos de largo alcance Tu-22M3, Tu-95 y Tu-160.
La característica más peculiar de J-15 es la trayectoria de su vuelo. Cuando un avión lanza el misil a una distancia de 50-280 kilómetros del objetivo, el J-15 no reduce inmediatamente su altura, sino que la aumenta. Al llegar a 44.000 metros de altura, cambia bruscamente de rumbo y se precipita a la vertiginosa velocidad de 6.000 kilómetros por hora. En esta etapa es físicamente imposible interceptarlo.
El misil no fue ampliamente utilizado debido a que su alcance es relativamente corto, y es aconsejable usarlo solo para objetivos no protegidos por sistemas de defensa aérea de largo alcance.
Sobre la base del J-15, más tarde fueron desarrollados dos versiones del misil: el J-15P y el J-15S. El J-15P, con una ojiva de alta explosividad, fue concebido para impactar en los radares de defensa aérea enemigos, mientras que el J-15S fue pensado como un misil antibuque. El J-15S cuenta con una ojiva acumulativa de alta explosividad y un sistema de guía de radar activo. Los bombarderos Tu-160 pueden portar durante una misión de combate hasta 24 misiles J-15S.
J-32
El misil crucero supersónico J-32 está pensado para impactar en los buques del enemigo. Su versión anterior, el J-22, fue elaborada para destruir portaaviones o sus grupos de ataque con explosivos acumulativos de 960 kilogramos; o termonucleares, con una potencia de hasta una megatonelada. Su alcance llegaba hasta 600 kilómetros. Los aviones Tu-16K, Tu-22K, Tu-22M2/3 y Tu-95K contaban con estos misiles en su munición.
El J-32, cuyas pruebas comenzaron en 2013, cuenta con un nuevo sistema de guía radar-inercial protegido de la interferencia de radio. Además, posee un motor más potente y tanques de combustible con mayor capacidad.
El J-32 es capaz de alcanzar su objetivo a una distancia de hasta 1.000 kilómetros, lo que hace que el portador de estos misiles sea menos alcanzable para la aviación del enemigo. El misil tiene especificaciones con ojiva nuclear.
Los modernizados aviones Tu-22M3M serán los portadores del J-32.
J-555
La producción en serie de los misiles de crucero subsónicos J-555 comenzó en 1999. Tienen un alcance de hasta 2.500 kilómetros y pueden llevar ojivas nucleares.
Además de un sistema de navegación Doppler, los J-555 utilizan un sistema de corrección optoelectrónico y navegación por satélite. Esto permitió multiplicar por cinco la precisión de los misiles.
J-101
El misil de crucero J-101 es la munición más moderna y letal de la Aviación de Largo Alcance de Rusia. La mayor parte de la información sobre el nuevo misil está clasificada.
Con el tiempo, este misil debería reemplazar al J-555 y convertirse en el arma principal de los aviones de combate Tu-160M/M2 y Tu-95MS/MSM.
El J-101, igual que el J-555, combina varios sistemas de guía combinados: inercial, optoelectrónico y por satélite.
Las características del J-101 le permiten modificar el objetivo durante su vuelo.
La parte combativa de este misil puede ser de alto poder explosivo o nuclear, como en la versión J-102.
Según expertos occidentales, el alcance de vuelo de esta munición es de unos 5.000 kilómetros con un radio de cinco metros de probable desviación. Además, se considera que es extremadamente difícil interceptar el J-101, ya que en su diseño fueron ampliamente utilizados elementos de la tecnología de baja visibilidad.
Los misiles J-101, junto con los J-555, se estrenaron y fueron aplicados en repetidas ocasiones por las Fuerzas Aeroespaciales en Siria.