Recientemente se ha intensificado el debate acerca del popular fenómeno de las monedas virtuales, entre las que se encuentra el bitcóin. Por un lado, los escépticos desaconsejan a los inversores. Por otro lado, los partidarios del bitcóin siguen viendo en él un activo seguro.
El pasado viernes el bitcóin demostró una vez más su característica volatilidad, desplomándose un 40% en cuestión de una semana, pasando de 19.576 a 12.504 dólares.
Si bien los escépticos afirman que ya advirtieron que esto sucedería, los simpatizantes de la criptomoneda ven en esta caída una oportunidad para que los inversores puedan comprar bitcoines a un precio más bajo y sacar partido posteriormente.
En una entrevista concedida a 'Keiser Report', Jack Rasmus, profesor de Economía Política en el St. Mary's College, en California, se ha expresado con las siguientes palabras sobre el devenir del bitcóin: "No será la moneda del futuro porque los bancos centrales empezarán a emitir sus propias monedas digitales antes de que amenace la masa monetaria. Pero se trata de una burbuja especulativa que irá a más. La pregunta clave es si planteará algún tipo de peligro para los activos financieros de los mercados."
Según la opinión del presentador del programa, Max Keiser, el intento de regulación del bitcóin por parte de ciertos ministros de Finanzas, como el francés Bruno Le Maire, no será más que un intento fallido: "No hay manera de detener el bitcóin. Es imparable. No hay nada que puedan hacer para interrumpir la adopción, el crecimiento y la aceptación del bitcóin como un depósito de valor, moneda y unidad de cambio."