Puerto Rico conmemora la Navidad más oscura y amarga por los estragos del huracán María
Los estragos del huracán María aún se sienten en Puerto Rico. Han pasado más de 4 meses desde su embate a la isla y los puertorriqueños, en medio de la incomodidad y la molestia, celebran una Navidad completamente diferente a la de otros años por la falta de energía eléctrica.
Las dificultades son varias y los habitantes tratan de reponerse ante los efectos devastadores del fenómeno meteorológico. Problemas como no poder hacer las cosas cotidianas o no tener un trabajo se han vuelto un dolor de cabeza, sobre todo en esta época del año.
Información oficial del Gobierno muestra que la generación de la estatal Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) alcanza un 66,2 % de la cobertura del servicio, cifra que está muy lejos del objetivo que buscó alcanzar el gobernador Ricardo Roselló, quien solicitó un gran esfuerzo para que a mediados de diciembre se logre alcanzar el 95 %.
En las redes sociales, la AEE ha difundido el trabajo realizado. Entre ellos, destaca el traslado de cuadrillas con maquinaria pesada para lograr el restablecimiento de la energía eléctrica para sus pobladores. Además, su director ejecutivo, Justo González, envió un mensaje audiovisual por motivo de Nochebuena y Navidad para levantar el ánimo de los habitantes.
Los más afectados son los habitantes que se encuentran en las zonas montañosas, alejadas a la capital, San Juan. Por otro lado, los privilegiados son aquellos que han logrado conseguir los generadores de energía alimentados por diésel, cuyo ruido característico se ha convertido en algo muy habitual en los últimos meses.
La deuda Puerto Rico
Puerto Rico fue declarada en quiebra por una deuda multimillonaria que supera los 70.000 millones de dólares, según dijo el gobernador de la isla, Roberto Roselló. A esto se suma un estimado en pérdidas que supera los 30.000 millones de dólares.
¿De isla encantada a isla desierta?
Tras el fuerte impacto del huracán María se ha registrado un éxodo masivo desde la isla hacia Estados Unidos. Aunque no hay datos oficiales, se estima que más de 150.000 puertorriqueños se han marchado al estado de Florida.