La fuente de las misteriosas señales cósmicas procedentes del cúmulo de galaxias Abell 2626, que intrigan a la comunidad científica desde hace varios años, serían vórtices turbulentos que aceleran las partículas con carga eléctrica, según han concluido investigadores estadounidenses e italianos.
El cúmulo de galaxias Abell 2626, que tiene forma de diamante, se encuentra a 700 millones de años luz de la Tierra, viene siendo estudiando desde al año 2013. En el centro de Abell se encuentra la galaxia brillante IC5338, que tiene un doble núcleo resultado de una fusión. Una de las características de este cúmulo de galaxias es que su estructura se compone de cuatro arcos: norte, sur, este y oeste.
Los científicos, que publicaron su estudio en arXiv.org el pasado viernes, encontraron un 'frente frío' (discontinuidades en la densidad y temperatura del gas que forma el medio intracumular) que coincide espacialmente con los arcos de radio.
Hasta ahora algunos científicos creían que los arcos estaban asociados con un halo de radio, que generalmente se encuentra en los centros de los cúmulos galácticos, mientras que otros sugerían que estos habría aparecido como resultado de la interacción gravitacional de dos núcleos IC5338.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores hicieron uso del Observatorio Chandra de rayos X, con ayuda del cual esperaban encontrar un núcleo galáctico activo.