Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS por sus siglas en español) proporcionaron a la agencia Ruptly una grabación que parece confirmar un informe previo de la evacuación libre de yihadistas de Raqa.
La agencia habló con soldados de las FDS en Siria, que por primera vez confirmaron que cientos de combatientes de la organización terrorista Estado Islámico (EI) han abandonado la ciudad siria de Raqa. La reciente grabación muestra la salida de camiones, autobuses y coches con terroristas del EI, filmados por oficiales de guardia.
"Lo vimos con nuestros propios ojos. [...] Eran muchos de ellos, no tuvimos miedo", dijo un soldado de FDS al compartir un video del convoy del EI, grabado con un teléfono en noviembre.
"Vi al Estado Islámico, ellos salieron con locomotoras y autobuses, cargaron su equipaje y se dirigieron hacia Rumelan", agregó otro soldado. "Continuaron adelante hasta Deir [ez-Zor]. No sé a dónde fueron después, a Abu Kamal o Mayadin, utilizaron esa carretera", añadió.
Por otra parte, un soldado sirio detalló que allí estaban aproximadamente 1.000 combatientes heridos del Estado Islámico, y alrededor de otros 2.000 que parecían ilesos.
Ya antes, en noviembre, la BBC informó que unos 250 terroristas del EI habían abandonado Raqa bajo la protección de la coalición internacional liderada por Washington, en coordinación con las FDS. El Pentágono confirmó esa información, pero negó que la coalición estadounidense fuera parte de un pacto con la organización terrorista.
Según el exportavoz de las FDS, Raqa no ha sido el único lugar del que se ha evacuado a los miembros del Estado Islámico, ya que al menos en dos ocasiones más ha organizado Washington la evacuación de un total de 3.000 extremistas armados y con provisiones, desde otras localidades sirias.
El jefe del Estado Mayor ruso, el general Valeri Guerásimov, declaró este miércoles que Estados Unidos está entrenando a grupos terroristas del Estado Islámico en su base militar de Al Tanf en Siria. Asimismo, el alto militar ruso informó de la presencia de milicianos en la zona de Al Shaddadi, donde Washington también cuenta con otra base militar que, a tenor de Moscú, atestigua la ambigua relación de Occidente con los extremistas.