Un grupo de investigadores de la Universidad de Cardiff (Gales, Reino Unido) sugiere que las personas son más propensas a demostrar comportamientos racistas y homofóbicos cuando se encuentran bajo los efectos de alcohol.
Su estudio, citado por el periódico británico Daily Mail, apunta que es más probable que se cometan crímenes de odio cuando las personas están ebrias, ya que el alcohol actúa como un "iniciador" para que las personas bebidas expresen más libremente sus prejuicios.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores llevaron a cabo una encuesta en las ciudades de Cardiff, Blackburn y Leicester, que son urbes con poblaciones multiculturales, multiétnicas y multirreligiosas. Allí, los expertos entrevistaron a personas que acudían a centros médicos con lesiones provocadas por actos de violencia.
De 124 personas entrevistadas, el 18,5% de ellas afirmaron que habían sido agredidas por personas motivadas por prejuicios, y que en el 90% de los casos, los atacantes estaban bajo los efectos de alcohol.
De las 23 personas que admitieron haber sido atacadas por prejuicios, siete dijeron que fue por su apariencia y cinco señalaron que fue por las tensiones raciales existentes en las comunidades en donde viven. Otras tres personas lo atribuyeron a sus lugares de residencia, y en ochos casos, la violencia tuvo que ver con aspectos raciales, religiosos o de orientación sexual.
"Un aspecto sorprendente del estudio fue el descubrimiento de que la mayoría de ataques no fueron motivados solo por el odio. El alcohol parece haber funcionado como iniciador", explicó Jonathan Shepherd, director del Instituto de Investigación de Crimen y Seguridad de la Universidad de Cardiff.
Shepherd defendió que controlar el abuso de alcohol "no es solo importante para la salud de los individuos, sino para la salud social".