El foco original de las protestas fue la ciudad de Mashhad (al noreste del país). Según ha informado este lunes la televisión estatal iraní y recoge Reuters, "en los acontecimientos de la noche pasada, desafortunadamente, han muerto un total de diez personas en distintas ciudades".
Dos personas murieron en la ciudad de Izeh, situada a unos 455 kilómetros al sudoeste de Teherán, informa la agencia AP. Un portavoz oficial citado por la agencia indicó que se desconoce la causa exacta de sus muertes, pero alegó que muchos en la ciudad guardan rifles de caza en sus viviendas.
AP sitúa el balance total de víctimas mortales en 12. Cientos de manifestantes han sido arrestados.
El presidente Hasán Rohaní declaró el domingo 31 de diciembre que el pueblo iraní es libre de expresar sus críticas contra el Gobierno y de protestar conforme a la Constitución y los derechos civiles, según recoge PressTV. Las fuerzas de seguridad, por su parte, han repelido a grupos de "manifestantes armados" que intentaron tomar comisarías de Policía y bases militares, informa AP citando fuentes en Teherán.
Teherán ha atribuido el origen de esta ola de protestas a los enemigos de la República Islámica en el exterior. "Gran parte de las recientes manifestaciones son fruto del trabajo llevado a cabo por elementos con base en el extranjero opuestos a la revolución islámica", señaló el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento persa, Alaedín Boruyerdi.