Al estilo más tradicional, una cartera rusa hace sus entregas a caballo
María Rubtsova cambió su vida a ritmo de galope. Hace dos años vivía en Moscú, una gran urbe con una población de unos 12 millones de habitantes, con su falta de espacio y sus kilométricos atascos de tráfico. Ahora, para saludar a un vecino tiene que atravesar varios kilómetros y a menudo se siente sola en las carreteras.
"En la ciudad, lo que tienes son solo cuatro paredes en una caja de cemento. Y yo tengo tres perros. Para ver a mi caballo, antes tenía que ir a una finca privada a 40 kilómetros de mi casa. Aquello no era una vida feliz", confiesa.
Esta es la principal causa por la que María se fue a una zona rural, a unos 100 kilómetros de la capital rusa. El caballo que monta tiene diez años y se llama Cosmos. Para poder verlo a diario, la joven reformó la antigua casita de sus padres y construyó un establo en el patio. Y más aún, consiguió encontrar un trabajo en el que tener un caballo suponía una ventaja profesional. Ahora María es la cartera más inusual en el servicio de correo postal de Rusia.
María ofrece sus servicios a los vecinos de 16 aldeas y atraviesa diariamente decenas de kilómetros. A caballo puede pasar por lugares que son intransitables para un automóvil, sobre todo en invierno, cuando esta zona se cubre con una gruesa capa de nieve.
"Muchos clientes son personas de la tercera edad. Y muchos de ellos no tienen Internet. Les traigo la programación de la televisión, periódicos, revistas. El correo postal es su mejor opción para conseguir lo que quieren, porque las compañías de transporte privadas cobran más", explica.
Recientemente, la peculiar historia de la cartera-jinete traspasó no solo las fronteras de la aldea, sino también las país. María se hizo muy popular en los medios chinos y en noviembre pasado fue invitada a Shanghái por la famosa plataforma de ventas online AliExpress para inaugurar el Día Internacional del Comercio.
En la época del Internet, algunos cuestionan hasta la necesidad de la existencia del correo postal. Pero cuando uno llega a los rincones más lejanos de las zonas rurales, resulta evidente que la profesión de cartero todavía es muy importante aquí. Para algunos de los vecinos de estas casa,s su llegada es muy esperada, sobre todo cuando es a caballo.