Este lunes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, acusó desde su cuenta personal de Twitter a las autoridades paquistaníes de brindar "refugio seguro a los terroristas" que huyen de Afganistán. Según el mandatario, Washington no recibió de Islamabad más que "mentiras y engaños" a cambio de los más de 33.000 millones de dólares que "EE.UU. otorgó tontamente a Pakistán" en los últimos 15 años.
La Administración Trump considera la negativa a proporcionar una asistencia financiera a Pakistán por un monto de 225 millones de dólares como un castigo por lo que cree que son esfuerzos insuficientes de Islamabad para combatir a los terroristas en su territorio. Según Washington, la falta de voluntad de las autoridades paquistaníes está obstaculizando la solución de la situación en Afganistán.
A continuación, les ofrecemos las opiniones de dos expertos en relaciones internacionales consultados por RT acerca de las posibles causas de estas fuertes críticas de Trump.
"La influencia de Pakistán es muy irritante para EE.UU."
El vicepresidente de la Academia Rusa de Problemas Geopolíticos, Vladímir Anojin, opina que las duras declaraciones de Washington están relacionadas con el fortalecimiento de la influencia paquistaní en la región en los últimos años, lo que causa descontento entre las autoridades estadounidenses.
"Pakistán siempre ha seguido su política. Siempre tuvo el deseo de convertirse en una figura influyente en el Oriente Medio e incluso el Oriente Próximo. Ahora Pakistán ocupa una posición bastante influyente en Medio Oriente, y esto es muy irritante para Estados Unidos", sostiene Anojin.
Según el experto, para Estados Unidos es "inaceptable" el hecho de que Pakistán se haya convertido en un actor de gran peso político en su región en los últimos 20 años. Anojin señala que Pakistán utiliza en su política a organizaciones terroristas —entre ellas Estado Islámico— para fortalecer su influencia tanto en Asia Central como en Oriente Próximo.
El académico agrega que Pakistán es una plataforma muy útil para EE.UU. para influir en la India. "Por lo tanto, Estados Unidos ni romperá ni amenazará a Pakistán. Washington sencillamente advierte a Islamabad: 'Compórtate bien, de lo contrario, utilizaremos otras medidas'. Se trata de una intimidación elemental, nada más", resume Anojin.
Factor chino
Boris Voljonski, del Instituto de Estudios de Países de Asia y África de la Universidad Estatal de Moscú, opina que Pakistán está en la actualidad cada vez más involucrada en la órbita política de China, un hecho que no puede sino despertar descontento en Estados Unidos y en la Administración Trump.
Según Voljonski, las acusaciones del presidente norteamericano podrían ser una especie de chantaje, un intento de inducir a Pakistán a cambiar su política de acercamiento con China y pasar a posiciones más favorables con respecto a Estados Unidos.
Pero no solo la influencia de Pekín incomoda a Washington. El experto apunta que existe un vínculo "firmemente establecido" entre Pakistán y Arabia Saudita desde hace mucho tiempo, mientras que las relaciones de Estados Unidos con el reino saudita están empeorando. Por lo tanto, el juego político "no es de ninguna manera unidimensional", indica Voljonski.
Una frontera porosa
Al mismo, el analista recuerda que, en su momento, Pakistán participó en la creación del movimiento talibán afgano, pero ahora sufre las consecuencias de sus acciones. Posteriormente, los talibanes paquistaníes, contra quienes Islamabad mantiene una larga y sangrienta lucha, se separaron de los talibanes afganos.
Voljonski explica que los combatientes se desplazan libremente entre Pakistán y Afganistán debido a los problemas de las autoridades para establecer un control total en la frontera. Como resultado, Kabul e Islamabad se lanzan acusaciones mutuas de albergar terroristas.