La decisión de EE.UU. de reconocer Jerusalén como capital de Israel, así como la aprobación por parte del Parlamento israelí de la ley denominada "Jerusalén Unificada", son "una declaración de guerra" contra Palestina, ha denunciado Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente de Palestina, Mahmud Abbás, citado por la agencia WAFA.
Este martes la Knéset (Parlamento israelí) aprobó un proyecto de ley que dificulta una eventual división de la soberanía de Jerusalén entre Israel y Palestina si se alcanzara un acuerdo de paz. La medida establece que cualquier cesión de una parte de esa disputada ciudad a los palestinos necesitaría el apoyo de dos tercios de la cámara legislativa israelí.
"Esta votación indica que Israel ha declarado oficialmente el final del llamado proceso de paz y que ha empezado a imponer políticas de dictado y hechos consumados", criticó Rudeina.
Oriente Medio, "al borde del abismo"
Además, señaló que tanto la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel, así como las resoluciones de la Knéset respecto a esa ciudad son "ilegítimas".
"No dejaremos pasar esos planes, que son peligrosos para el futuro del mundo y de la región", advirtió el portavoz. Rudeina también alertó que "el comportamiento incontrolado de Israel está empujando a la región al abismo".
El estatus de Jerusalén es uno de los temas más delicados en el conflicto entre israelíes y palestinos. La comunidad internacional respetaba un consenso según el cual su estatus definitivo debía ser fijado en negociaciones de paz entre las dos partes, pero esto se rompió con la decisión unilateral de Trump.
Israel reclama la totalidad de Jerusalén como su capital "eterna e indivisible", mientras que Palestina quiere que Jerusalén Oriental, ocupada por los israelíes desde 1967, sea la capital de su futuro Estado.