La Tierra alcanzó este miércoles su máxima velocidad orbital, al haberse acelerado 3.420 kilómetros por hora sobre el promedio, en lo que es conocido por los astrónomos como el perihelio, el punto de mayor proximidad con el Sol durante su órbita anual.
Generalmente, la Tierra gira alrededor del astro rey en una órbita elíptica de 930 millones de kilómetros, con una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora. Esta distancia se cubre en 365 días y casi seis horas, es por eso que cada cuatro años en el calendario gregoriano se agrega un año bisiesto, como lo ha hecho recordar la agencia Europa Press.
Sin embargo, según la segunda ley del astrónomo alemán Johannes Kepler, esa velocidad de traslación varía y aumenta hasta llegar a un máximo en el perihelio, donde se presenta la menor distancia respecto al Sol, hasta alcanzar los 110.700 kilómetros por hora. En contrapartida, durante el afelio se reduce a su mínimo de 103.536 kilómetros por hora, lo que significa más de 7.000 kilómetros por hora de diferencia.
Kepler fue el primero en descubrir, en 1609, que los planetas se desplazan alrededor del Sol describiendo órbitas elípticas, con el astro mayor situado en uno de los focos.
El perihelio de 2018 tuvo lugar a las 05:34 UTC de este 3 de enero, con una distancia de 147.097.233 kilómetros. El afelio en 2018 será el 6 de julio, a las 17:46 UTC, con una distancia de 152.095.566 kilómetros.
La distancia de la Tierra con respecto al Sol cambia porque su órbita no es perfectamente circular, sino ligeramente alargada, una característica conocida como "excentricidad" de la órbita. Y como ésta, en el caso de la Tierra, es sólo un poco excéntrica, las diferencias que marca en ambos hemisferios son de pequeña escala.
"El Sol es el gran controlador de la radiación que recibe la Tierra. Pero incluso cuando se tiene en cuenta esa diferencia en la distancia entre el afelio y el perihelio, sólo hay una diferencia del 7 % en la energía solar global media que recibimos. Y por lo tanto, no es mucho en términos de clima", señaló Walter Petersen al portal Space.
“Aunque el perihelio puede no afectar el clima, sí crea una ligera diferencia en la duración del invierno en los dos hemisferios. Debido a que el perihelio ocurre en enero, el invierno es aproximadamente cinco días más corto en el hemisferio norte, comparado con el hemisferio sur”, agregó el experto.