Una nueva investigación ha concluido que mantener un horario regular de comidas puede ayudar a combatir la demencia. Comer todos los días a la misma hora mejora la expresión genética en la región del cerebro asociada con el control corporal, conocida como núcleo estriado, que a menudo degenera en la enfermedad de Huntington.
En un estudio conducido en ratones que padecen la mencionada enfermedad, los investigadores descubrieron que restringir el tiempo de alimentación al mismo período de seis horas cada día durante tres meses llevó a mejoras en la calidad del sueño y las habilidades motoras.
Los expertos creen que los hallazgos también se aplicarán a los seres humanos y pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad incurable.
Christopher Colwell, de la Universidad de California en Los Ángeles y coautor del estudio, publicó junto con sus colegas los resultados de la investigación en la revista eNeuro.
"Después de tres meses de tratamiento, cuando los ratones alcanzaron la etapa inicial de la enfermedad, mostraron mejorías en el ritmo de su actividad locomotora y en el tiempo de despertar del sueño. Además, encontramos una mayor variabilidad de la frecuencia cardíaca, lo que sugiere que su disfunción del sistema nervioso mejoró", señaló Colwell de acuerdo con el diario Daily Mail.
"La enfermedad de Huntington es causada genéticamente y no tiene una cura conocida. Los cambios en el estilo de vida no solo mejoran la calidad de vida, sino que también retrasan la progresión de la enfermedad en los pacientes", indicó Colwell.
Los trastornos neurodegenerativos son condiciones que implican la destrucción de las células nerviosas. Esto puede afectar las funciones cognitivas, como el aprendizaje y la memoria, así como el movimiento, el equilibrio y el habla.
La enfermedad de Huntington es solo uno de muchos trastornos neurodegenerativos y es causada por una mutación hereditaria en un gen llamado HTT. Esta enfermedad se caracteriza por problemas de pensamiento y movimientos corporales incontrolables.
Se estima que alrededor de 30.000 personas en Estados Unidos viven con la enfermedad de Huntington, y otras 200.000 más están en riesgo de desarrollarla.
Actualmente no hay tratamientos que puedan detener o revertir la enfermedad de Huntington, pero hay medicamentos que ayudan a las personas que la padecen a controlar sus síntomas.