Los militares rusos dispondrán en 2018 de la bomba planeadora Drel (Taladro, en español), según declaró Vladímir Lepin, director general de la empresa Techmash, a la agencia de noticias Interfax.
Según Lepin, las pruebas de esta bomba planeadora inteligente con capacidad de guiado por GLONASS (homólogo ruso del GPS), que permite impactar contra objetivos desde una distancia de unos 30 kilómetros desde el avión que la lanza, empezaron en 2016 y concluirán en 2018. Se espera que este mismo año el Ejército ruso obtenga el nuevo armamento.
La bomba Taladro, de 540 kilos de peso, capaz de destruir una columna armada de tanques o una batería de artillería. Una de las características principales de esta bomba radica en el hecho de que el avión atacante no penetra en la zona de alcance de los sistemas antiaéreos enemigos, pudiendo la bomba destruir vehículos blindados, radares instalados en tierra y puestos de control de sistema antiaéreos con guiado térmico o por radar en situaciones con interferencias de carácter natural o artificial.
"No tiene análogos en el mundo. La bomba no tiene motor. Su alcance, una vez lanzada desde el portador supera los 30 kilómetros", precisó Vladímir Porjachiov, director general de la empresa Bazalt, la agencia TASS en 2016.
La bomba se orienta por medio del sistema de posicionamiento global ruso GLONASS y dispone de protección contra sistemas enemigos de guerra electrónica.