La Armada rusa está creando los "monstruos" capaces de defender las costas del país y de destruir asimismo objetivos terrestres, informa el diario Izvestia. Se trata de nuevos conglomerados de los sistemas de misiles Bastión y Bal, y del rearme con ellos de unidades militares ya existentes, iniciado en 2015.
Estas unidades militares serán totalmente autónomas, gracias a los nuevos drones de reconocimiento que acompañarán ese armamento.
En conjunto, las nuevas brigadas y las renovadas permitirán crear a lo largo de las costas rusas una defensa "casi impenetrable" para buques enemigos, escribe el diario. Según información obtenida por el diario en el Alto Mando de la Armada de Rusia, entre 2017 y 2020 la Marina recibirá anualmente cuatro nuevos sistemas de misiles de defensa costera Bal y Bastión, adicionales a los que ya están en manos de todas las flotas rusas.
Al mismo tiempo, se reformarán las unidades militares costeras y los antiguos sistemas Redut y Rubezh serán retirados de aquí al 2021, cuando se concluirá el rearme total de esas tropas en materia de artillería y misiles.
¿Cómo funccionará la defensa costera de misiles?
El experto militar Dmitri Boltenkov explicó al diario que las renovadas brigadas costeras rusas tendrán entre tres y cinco grupos armados con los Bastión y uno o dos con los Bal. Estas "superbrigadas" podrán hacer gala de habilidades impresionantes:
- Los misiles supersónicos Óniks –de los sistemas Bastión– podrán atacar masivamente a grupos enteros de naves enemigas y "superar de manera garantizada" cualesquiera sistemas de defensa antiaérea que estas porten, como AEGIS, a distancias de hasta 500 kilómetros.
- Los misiles Urán –de los sistemas Bal– destruirán los buques sobrevivientes que pudieran lograr acercarse a la costa rusa, a una distancia de hasta 130 kilómetros.
- Además, ambos sistemas podrán atacar objetivos terrestres y apoyar a la infantería en zonas cercanas a las costas.