Rodrigo Rato, exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), ministro de economía y vicepresidente español durante los gobiernos del Partido Popular (PP) de José María Aznar (1996-2004), ha comparecido este martes en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados que estudia la crisis financiera que afectó a España a partir de 2008.
El objeto específico de su comparecencia era su gestión política durante la llamada 'burbuja inmobiliaria', el periodo en que se registró un crecimiento excesivo del mercado inmobiliario asociado al aumento del crédito para la compra de viviendas. La mayoría de expertos que han pasado por el Congreso en el contexto de esta comisión han señalado que fue precisamente el auge de la construcción lo que originó la mencionada crisis financiera. Sin embargo, se ha hablado largamente sobre su gestión al frente de la entidad bancaria 'Bankia'.
Por su parte, el compareciente ha rechazado cualquier responsabilidad en la crisis financiera española, y en su lugar ha señalado al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y al actual ministro de Economía, Luis de Guindos. Hablando del periodo en que dirigió 'Bankia', rato relató que "el 6 de mayo [del 2012] el ministro de Economía me exigió la dimisión, que se hizo efectiva el 9. La acción de 'Bankia' se desplomó". También criticó a Luis de Guindos por aparecer "ante la opinión pública internacional afirmando que el sector bancario español necesitaba 60.000 millones adicionales", lo que según su opinión perjudicó la situación económica del país al provocar temor en los mercados.
Rato también relató que fue el Banco de España, cuando gobernaba el PSOE, quien le obligó a fusionar Caja Madrid con Bancaja y con otras entidades más pequeñas para dar lugar a 'Bankia'.
Otros dos exministros de Economía del Gobierno de España, Pedro Solbes y Elena Salgado, del PSOE, están citados los días 10 y 11, respectivamente, para declarar ante la comisión.
"Echar gasolina al fuego"
En RT hemos hablado con el economista y profesor universitario Ricardo García Zaldivar, para comprender el alcance de la responsabilidad de Rodrigo Rato en la crisis financiera española.
"Evidentemente tiene una responsabilidad importante –señala el economista–, en la medida en que desde sus distintos cargos políticos ha impulsado la creación de grandes burbujas económicas. Pero lo que llamamos crisis financiera en España tiene multitud de facetas y de protagonistas, por lo que identificar la crisis con una sola persona es, desde mi punto de vista, exagerado".
No obstante, García Zaldívar admite que "tanto en los gobiernos de Jose María Aznar, como en el Fondo Monetario Internacional, como al frente de Bankia, sus maniobras contribuyeron a echar gasolina al fuego".
"Es un personaje que desde el principio ha mezclado sus negocios personales y su afán de enriquecimiento con su labor pública", señala el profesor, que añade que "en este sentido, rato es una persona a la que, probablemente, cuando haya más información, la historia pondrá en su sitio, que es el de un gran irresponsable político".
"Este sistema se basa en la opacidad"
García Zaldívar cree que esta comisión, en la que ha tenido lugar la comparecencia de Rato, es necesaria. Sin embargo lamenta que este tipo de comisiones "muchas veces, a causa de diferentes presiones políticas, no llegan tan lejos como deberían".
El profesor explica que "estamos en un sistema capitalista en el cual la única manera de tener algún tipo de contra-poder es la transparencia, la posibilidad de que la ciudadanía tenga información sobre lo que está sucediendo. Y sin comisiones de investigación, la ciudadanía no la tendría".
Por eso apunta que "es el único momento en que los ciudadanos perciben el nivel enorme de corrupción que existe y el nivel enorme de opacidad que este sistema fomenta. Este sistema se basa en la opacidad, en la información privilegiada, en que no se sepa la connivencia que hay entre lo público y lo privado".
El 'via crucis' judicial de Rato
Rodrigo Rato está inmerso además en los procesos judiciales asociados a su gestión al frente de la entidad bancaria Bankia y a presuntas irregularidades cometidas durante su salida a bolsa. La defensa del exvicepresidente español insiste en que Rato cumplió en todo momento con las recomendaciones y directrices del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En cualquier caso, Rodrigo Rato ya fue condenado a 4 años y medio de cárcel por el escándalo de las tarjetas opacas o 'tarketas black', que salió a la luz en octubre de 2014. Se descubrió entonces que la práctica totalidad de los consejeros de Bankia, durante la presidencia de Rodrigo Rato, habían dispuesto de una tarjeta de crédito Visa, otorgada por la entidad, y la habían utilizado durante años para pagar gastos personales con cargo a las cuentas de la entidad. Rato está en libertad, sin medidas cautelares, a la espera de que el Tribunal Supremo ratifique la condena.
Además de su actuación en Bankia, Rato afronta un tercer proceso judicial, por su actuación particular y con sus empresas privadas. El propio exdirector del FMI ha admitido que contaba con sociedades en Panamá cuando era miembro del Gobierno de José María Aznar, y que se acogió a la amnistía fiscal de 2012, pagando apenas 11.533 euros al no declarar todo lo que tenía en el exterior.
La Agencia Tributaria Española estima que Rato defraudó a la Hacienda pública prácticamente en todos los ejercicios comprendidos entre 2004 y 2015, año en que fue detenido. Según el informe ratificado ante el juez, se le calcula una cuota de fraude de 6,8 millones de euros.
David Romero