Este miércoles se produjo en el mar Caribe un potente terremoto de magnitud 7,6, según datos del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS). El epicentro se localizó a una profundidad de 10 kilómetros al norte de Honduras.
Tras el sismo, se decretó una alerta de tsunami en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes estadounidenses, al tiempo que se advirtió sobre la amenaza de olas de hasta un metro de altura en las costas de Cuba, Honduras, México, Jamaica, Islas Caimán (Reino Unido) y Belice.
Sin embargo, posteriormente el Servicio Meteorológico Nacional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU. canceló la advertencia de tsunami.
"Ya no existe ningún peligro de tsunami para Puerto Rico y las Islas Vírgenes por causa de este terremoto, pero pueden continuar produciéndose fluctuaciones menores del nivel del mar", reza el comunicado oficial.
Las autoridades de Honduras, por su parte, anunciaron un peligro de tsunami de 12 horas, a partir de las 22:00 hora local, para los departamentos Gracias a Dios, Colón, Atlántida e Islas de la Bahía.
El movimiento telúrico se sintió en gran parte de Honduras, así como en algunas partes de México. De acuerdo con Reuters, el temblor sacudió las ventanas en la capital hondureña de Tegucigalpa, situada a 519 kilómetros del epicentro. Por el momento no hay reportes sobre daños materiales ni víctimas.