Un 'ejército de bellezas' norcoreano se prepara para invadir Corea del Sur

Con la delegación de Corea del Norte que participará en los JJ.OO. de Invierno de Pyeongchang viajará su tradicional grupo de animadoras.

Las animadoras norcoreanas generan grandes expectativas cada vez que visitan Corea del Sur y, tras el acuerdo para que su país participe en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, su presencia ha vuelto a desatar una ola de expectativas, informa Inquirer.

Este 'ejército de bellezas' está compuesto por jóvenes cuidadosamente seleccionadas que apenas superan los 20 años: "Deben medir más de 163 centímetros y proceder de buenas familias", detalla An Chan-il, un investigador que desertó y forma parte del Instituto Mundial de Estudios de Corea del Norte.

Se estima que Ri Sol-ju, la actual esposa del presidente Kim Jong-un, asistió con ese grupo en 2005, cuando habría asistido al Campeonato Asiático de Atletismo en Incheon (Corea del Sur).

Cuarta aparición

Con su presencia en Pyeongchang, 80 kilómetros al sur de la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, será la cuarta ocasión en que esas porristas norcoreanas crucen la frontera.

La primera vez sucedió durante los Juegos Asiáticos de Busán (2002), cuando alrededor de 300 de esas chicas arribaron en transbordador engalanadas con coloridos atuendos tradicionales mientras agitaban la bandera de la unificación y fueron recibidas por centenares de surcoreanos que portaban la misma insignia.

Por este motivo, los organizadores de los siguientes JJ.OO. de Invierno esperan que su presencia suponga un incentivo y ayude en la "venta de entradas" para presenciar los acontecimientos deportivos.

Complicaciones

Sin embargo, lesas entusiastas féminas también causan dolores de cabeza, ya que las tensiones políticas y militares en la península coreana podrían provocar que esta vez no reciban la mejor bienvenida.

Además, aún queda por resolver un problema con los símbolos: como la bandera norcoreana está prohibida en el territorio de su vecino, si las delegaciones de ambos países marchan con el estandarte de la unificación —como hicieron en los JJ.OO. de Sídney (2000) y Atenas (2004) y en los JJ.OO. de Invierno de Turín (2006)—, el emblema del país anfitrión no estaría presente.