"Honduras vive una crisis política de grandes proporciones", dijo en entrevista a RT el expresidente José Manuel Zelaya Rosales, uno de los líderes de la coalición opositora y vocero del rechazo a los resultados de las elecciones del pasado 26 de noviembre en esta nación centroamericana.
Desde que las autoridades electorales otorgaron una mínima ventaja al actual mandatario Juan Orlando Hernández (42,95 % de los votos, contra 41,42 % de Salvador Nasralla), crecieron las manifestaciones de protesta, que ya cobraron la vida de al menos 34 personas, atribuidas a la represión de las fuerzas del orden.
Para este viernes, se ha convocado a una nueva jornada de reclamo contra los resultados de los comicios, que pretende llegar hasta el palacio de Gobierno hondureño, según recoge la convocatoria.
"La oposición hondureña, incluyendo a nuestro partido Libre y algunos partidos de derecha, no reconocemos los resultados de las elecciones del pasado 26 de noviembre, por considerarlo fraudulento", señaló el expresidente, conocido popularmente como 'Mel'.
Estado de facto
La Coalición opositora, aseguró, no "reconocemos a las autoridades" que declararon el triunfo del partido en funciones de gobierno. "Al no existir ese reconocimiento, el Estado entra en una situación de facto, porque la mayoría del pueblo no aprueba al presidente proclamado".
Zelaya fue enfático en señalar que "Honduras vive una crisis política de grandes proporciones", la cual se se suma "a la histórica crisis social, económica y de seguridad".
El papel de la OEA
El actual diputado al congreso de esta nación centroamericana considera que la Organización de Estados Americanos (OEA) está jugando en su país "el papel que le asigna EE.UU". Es una especie de bálsamo para la imposición de un presidente que hizo un fraude electoral y que es apoyado por Washington", añadió.
En nombre de la coalición opositora, 'Mel' Zelaya expresó que "la OEA ha sido enviada a Honduras para hacer el 'papel del bueno'", por ello, "no tenemos ninguna confianza en ese organismo. Si la OEA tomara decisiones, nosotros la apoyaríamos. Pero como le dije, la OEA solo hace lo que el Departamento de Estado le autoriza".
Washington en escena
Refiriéndose al respaldo de la administración Trump al cuestionado resultado, resaltó que el Departamento de Estado "reconoció y apoyó a un presidente surgido de un fraude electoral".
No obstante, Zelaya estima que se trata de "una posición bastante débil, porque la opinión pública nacional e internacional evidenció el descaro del fraude".
La respuesta del pueblo de Honduras contra lo que califica de fraude electoral, manifestó, "ha puesto en evidencia al Gobierno de Donald Trump. Porque apoyar un fraude deslegitima todo el proceso de la democracia occidental".
Para el expresidente, "EE.UU. tendrá que rectificar su posición sobre Honduras", ya que de no hacerlo, "los cuestionamientos serán muy grandes y no podrán opinar en casi ningún país del mundo".
La crisis
Las protestas de la oposición hondureña iniciaron el 27 de noviembre, un día después del proceso comicial.
Las autoridades informaron que durante la madrugada hubo una falla en el sistema automatizado y se dejaron de transmitir 5.000 actas electorales; lo que llevó a observadores internacionales y a dirigentes de la oposición a denunciar manipulación y fraude en la elección.
Las protestas no se detuvieron llegados los días de navidad y continuaron al iniciar el año 2018, con las conocidas cifras de muertos en medio de la represión de las autoridades.
Ernesto J. Navarro